El desvío presupuestario de 2011 fue algo más abultado porque se anotaron pagos a cuenta del último ejercicio socialista: por ejemplo, se contabilizan pérdidas por el rescate de Unnim que en realidad asumirá la banca y se contarán como ingresos este año, o se incluyen en el ejercicio pasado expropiaciones de Fomento sin pagar desde 2002.