Hace 14 años | Por louise_brooks a madridiario.es
Publicado hace 14 años por louise_brooks a madridiario.es

Por su parte, Ángel Pérez defendió "más democracia y más gasto público" y un Ayuntamiento preocupado por "las personas y no por las obras". Así, denunció que "no es posible que haya suelo calificado para construir 200.000 viviendas y al a vez que haya 200.000 viviendas y seguir generando un gasto innecesario".

Comentarios

D

Espero que no se halla dado cuenta ahora, y venga barruntando el comentario desde hace tiempo. Porque si no le veo muy poco "ágil" ...

D

el "más democracia" en la boca de un comunista para los que somos todos fascistas es para echarse a temblar

D

Hay que volver a crear empresas públicas. Que empiecen por Telefónica.

Stash

Sin minusvalorar la gravedad del desempleo, entre mis conocidos se está dando una situación casi igual de grave.
Muchos son despedidos y en su lugar se está contratando inmediatamente a otras personas, con salarios casi ridículos.
Es decir, al incremento del desempleo, en mi entorno se suma la precarización (no se si existe el palabro) del que hay.

D

#1 Menos mal que te guardas el comodín de "mi entorno" porque no parece ni de lejos lo que se está dando y lo que tu dices. Ahora, como cantinela de la izquierda del PSOE, clavada de bien.

M.Kerrigan

Hombre, para decir que el desempleo toma tintes de alarma sólo hace falta mirar, además del número total de personas desempleadas, el dato del ritmo al que cierran o recortan personal las empresas, que no hace presagiar que en un futuro cercano la cifra de paro vaya a disminuir significativamente.

Las inyecciones de liquidez que dió el Estado a los bancos tenían como objeto aumentar el crédito bancario a particulares y frenar en parte el batacazo, pero las entidades han decidido utilizar "su" dinero en operaciones mucho menos arriesgadas: la compra de deuda pública emitida por el propio Estado para sufragar un gasto que no para de aumentar, lo que hace menos probable la concesión de créditos para subsanar o crear nuevas empresas, ni privadas, ni públicas. Si los bancos no compran y recolocan la deuda emitida y que queda por emitir, el Estado se vería obligado a recortar en gasto público. La emisión de deuda tiene un límite, supongo, y el aumento de impuestos también.

No hay pasta, simple y llanamente. Estamos a merced de la banca. Ahora que venga el Señor Pérez a explicarnos con números cómo salimos de esta.