Entrevista al presidente del Comité de empresa de la RTPA en la que cuenta el sentir de los trabajadores de la televisión pública asturiana que llevan casi un año con la amenaza de cierre por las guerras políticas entre gobierno y oposición asturiana.
¿Servicio público esencial? Las carreteras, sí, y los dispensarios y hospitales, también. Y las escuelas, y la recogida de basuras, y el agua, y... No, los medios de comunicación públicos no son servicios públicos esenciales. Pero es que, además, los servicios públicos esenciales no tienen por qué ser de prestación pública. El Estado debe preocuparse de que se prestén en las condiciones requeridas, pero de ninguna manera tiene que prestarlos por sí mismo, si hay empresas privadas dispuestas a competir para hacerlo. Y tampoco tiene que subvencionarlos siempre: en algunos casos no habrá interés privado en ellos, por no resultar rentables, pero en otros (la mayoría) habrá empresas que quieran arriesgarse a entrar a ese negocio, sin subvenciones.
Por supuesto, un medio privado que opere en competencia emitirá los contenidos que los ciudadanos demanden, utilizará la lengua que los ciudadanos demanden, tendrá los horarios que sus clientes demanden, etc. porque si no perderá audiencia, suscriptores, publicidad, o lo que sea, y quebrará. ¿Hay algo de malo en que se haga lo que la gente quiere y por lo que está dispuesta a pagar? A mí me suena muy democrático, la verdad...
Cuando se creó la TPA, muchos lo criticamos porque iba a ser un despilfarro. Además, en aquella época, el gobierno de Areces estaba oponiéndose a un centro de tratamiento de cáncer, ya que el otro que había requería grandes desplazamientos y no había transporte público para los enfermos a las horas requeridas. En aquella época se contraponía el despilfarro de una TV pública contra la creación de un segundo centro de tratamiento contra el cáncer.
Además, lo que no puede ser asumible es que la TPA dé todos los partidos que da La Sexta y toda la Fórmula 1 sin ninguna publicidad. Sí, habéis leído bien, nada de publicidad. Obviamente, a la hora de ver el fútbol y la Fórmula 1, todos en Asturias lo vemos por la TPA, que no hay nada de publicidad, pero eso tiene pinta de ser un despilfarro y, además, competencia desleal con dinero público.
Totalmente de acuerdo y los propios trabajadores también denuncian las contrataciones millonarias y absurdas de la Formula1 y el fútbol. Lo preocupante es que no hay ninguna decisión profesional detrás de todo esto, sólo intereses políticos. Atlantica XXII hace tiempo que denunció el trapicheo entre Roures y Areces para comprar con dinero público algo que se está viendo gratis en otro canal. El debate es el trato a centenares de personas víctimas de la corrupción política y los intereses personales de unos pocos. La misma historia de siempre. #5
Titular original: "Se habla de si somos o no asumibles como si fuéramos un despilfarro"
Y nosotros, las personas, no somos mercancía, por supuesto, pero nuestro trabajo sí es una mercancía ("Cosa mueble que se hace objeto de trato o venta"), una mercancía que vendemos a un precio, nuestro sueldo.
Comentarios
¿Servicio público esencial? Las carreteras, sí, y los dispensarios y hospitales, también. Y las escuelas, y la recogida de basuras, y el agua, y... No, los medios de comunicación públicos no son servicios públicos esenciales. Pero es que, además, los servicios públicos esenciales no tienen por qué ser de prestación pública. El Estado debe preocuparse de que se prestén en las condiciones requeridas, pero de ninguna manera tiene que prestarlos por sí mismo, si hay empresas privadas dispuestas a competir para hacerlo. Y tampoco tiene que subvencionarlos siempre: en algunos casos no habrá interés privado en ellos, por no resultar rentables, pero en otros (la mayoría) habrá empresas que quieran arriesgarse a entrar a ese negocio, sin subvenciones.
Por supuesto, un medio privado que opere en competencia emitirá los contenidos que los ciudadanos demanden, utilizará la lengua que los ciudadanos demanden, tendrá los horarios que sus clientes demanden, etc. porque si no perderá audiencia, suscriptores, publicidad, o lo que sea, y quebrará. ¿Hay algo de malo en que se haga lo que la gente quiere y por lo que está dispuesta a pagar? A mí me suena muy democrático, la verdad...
Cuando se creó la TPA, muchos lo criticamos porque iba a ser un despilfarro. Además, en aquella época, el gobierno de Areces estaba oponiéndose a un centro de tratamiento de cáncer, ya que el otro que había requería grandes desplazamientos y no había transporte público para los enfermos a las horas requeridas. En aquella época se contraponía el despilfarro de una TV pública contra la creación de un segundo centro de tratamiento contra el cáncer.
Además, lo que no puede ser asumible es que la TPA dé todos los partidos que da La Sexta y toda la Fórmula 1 sin ninguna publicidad. Sí, habéis leído bien, nada de publicidad. Obviamente, a la hora de ver el fútbol y la Fórmula 1, todos en Asturias lo vemos por la TPA, que no hay nada de publicidad, pero eso tiene pinta de ser un despilfarro y, además, competencia desleal con dinero público.
Saludos.
Totalmente de acuerdo y los propios trabajadores también denuncian las contrataciones millonarias y absurdas de la Formula1 y el fútbol. Lo preocupante es que no hay ninguna decisión profesional detrás de todo esto, sólo intereses políticos. Atlantica XXII hace tiempo que denunció el trapicheo entre Roures y Areces para comprar con dinero público algo que se está viendo gratis en otro canal. El debate es el trato a centenares de personas víctimas de la corrupción política y los intereses personales de unos pocos. La misma historia de siempre. #5
#0 ¿si simos?
Titular original: "Se habla de si somos o no asumibles como si fuéramos un despilfarro"
Y nosotros, las personas, no somos mercancía, por supuesto, pero nuestro trabajo sí es una mercancía ("Cosa mueble que se hace objeto de trato o venta"), una mercancía que vendemos a un precio, nuestro sueldo.
#0 "sOmos"
Malditas prisas.