Hace 12 años | Por Artifice a voltairenet.org
Publicado hace 12 años por Artifice a voltairenet.org

El linchamiento de Gaddafi | La exhibición de las imágenes del linchamiento de Muammar el-Kadhafi ilustra la verdadera entraña de nuestras sociedades, nos paralizan y nos conminan a deponer las armas. Ese sacrificio es síntoma de un regreso a una sociedad matriarcal, a un «estado natural». Al paralizarnos en una violencia sacralizada, esas...

Comentarios

D

¿sociedad matriarcal? Me recuerda al chiste ese http://blogdeloli.blogspot.com/2007/06/machismo-y-lenguaje.html

POr lo demás, Wall Street asesina a millones de personas al año, y no nos coscamos. Ahora con un tío conocido nos saltan las alarmas. No jodas.

Ferran

Hay foto, hay meneo.

onnabancho

Es totalmente cierto.

Los ciudadanos italianos también regresaron a la barbarie más absoluta en 1945:
http://en.wikipedia.org/wiki/File:Mussolini_e_Petacci_a_Piazzale_Loreto,_1945.jpg

Por no hablar de la vergonzosa exhibición del cadáver de Nicolae Ceaucescu, ese otro gran prohombre. Los rumanos han vuelto a una primigenia sociedad matriarcal desde el fin del régimen.

/sarcasmo

A

Yo creo que el artículo completo quiere ir mucho más allá. No sólo centrarse en el cuerpo de Gaddafi sino tomarlo como ejemplo. Mostrar como en nuestra sociedad, el culto a la violencia se ha convertido en un peligro evidente. La sociedad está enferma por razones como estas. La muerte de ninguna persona puede ser tomada como show o espectáculo. En ese momento estamos tomando la muerte como algo positivo, algo beneficioso para el resto y nos metemos en una espiral un tanto alarmante.

onnabancho

#4: Mucho más violento que cuando las ejecuciones y los autos de fe eran públicos, la gente con posibles reservaba balcones para disfrutar del espectáculo mientras el populacho llenaba las plazas o compraba estampitas del evento (si el ejecutado era famoso, como pongamos por caso Carlos I de Inglaterra o Luis XVI de Francia, o un criminal notorio) y las cabezas podridas de los traidores adornaban las puertas de la ciudad, dónde vamos a ir a parar. roll