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![Una lección de historia alemana en un edificio suizo [ENG]](https://cdn.mnmstatic.net/cache/1e/17/media_thumb_2x-link-1972074.jpeg?1417833704)
#1:
Una lección de historia alemana en un edificio suizo
Si un marciano llegase hoy a la estación central de Berlín, cargando con su maleta por la entrada sur, llegaría a la inmediata conclusión de que Alemania considera que el más poderoso e importante del mundo es ...
... Suiza.
Esto es así porque, justo al otro lado del río Spree desde la estación central, Hauptbahnhof, (terminada en 2006 para la Copa del Mundo de fútbol organizada ese año), ondea la cruz blanca de Suiza por encima de un clásico edificio gris, la embajada suiza.
Al este se extiende el parlamento de Alemania, un grupo de edificios situados alrededor del histórico Reichstag. A la derecha (oeste) está la cancillería que en la actualidad esta ocupada por la mas poderosa jefa de gobierno de Europa, Angela Merkel. Si la embajada suiza tuviese un lugar equivalente en Washington DC, estaría situada entre la Casa Blanca y el Congreso, sin que nada tape la vista en ninguna dirección.
Este marciano no sería el primera viajero en reflexionar sobre cómo la astuta Suiza podría haber llevado a cabo un espectacular golpe de la diplomacia y de inversión inmobiliaria . La explicación equivale a un curso rápido de historia de Alemania.
En el Berlín de los reyes de Prusia, el área dentro de la curva del río Spree estaba justo fuera de la puerta oeste (la conocida Puerta de Brandenburgo) que marcaba los límites de la ciudad. Fue utilizado como un patio de armas para los soldados. Pero durante el siglo XIX, se convirtió en un suburbio para la alta sociedad de Berlín y pasó a llamarse Alsenviertel. Alrededor de la época de la unificación alemana en 1871, un conocido médico, Friedrich Theodor Frerichs, construyo lo que era de hecho un palacio. (Incluso Fyodor Dostoyevsky, viajó desde Rusia para ser tratado allí.) Este edificio todavía sirve como el esqueleto de la embajada de hoy. Sr. Frerichs vendió la mansión en 1907, y en 1910 estaba en manos de Erich Kunheim, un magnate de los productos químicos. Pero el señor Kunheim perdió su fortuna en la Primera Guerra Mundial, y el edificio fue puesto de nuevo a la venta en 1919.
Fue un tiempo difícil para que un inversor extranjero se interesarse en el país. Alemania fue derrotada y se encontraba en un estado de caos revolucionario. El 9 de noviembre al 1918, se proclamaron simultáneamente dos repúblicas rivales, una de ellas marxista-socialista. La otra fue proclamada en el balcón del Reichstag, fácil de ver desde las ventanas de la mansión.
Ocurrió, sin embargo, que en ese momento Suiza había decidido dejar tener que alquilar su sedes en las principales capitales y comenzar a comprar propiedades. Como se trataba de una federación más descentralizada incluso que en los Estados Unidos actuales. Suiza tenía poco dinero para financiar el gobierno federal, por lo que los suizos buscaban sobre todo, un buen trato. 1,7 millones Reichsmark, era una suma considerablemente baja teniendo en cuanta la alta inflación. Así fue como el edificio se convirtió en propiedad Suiza comenzando a funcionar como embajada en 1920.
Debió haber sido un buen lugar desde el que observar el desarrollo del drama de la República de Weimar, ubicado en el recodo del río con varias otras embajadas en lo que se convirtió en un barrio diplomático. Entonces Adolf Hitler llegó al poder. En 1936, él y su arquitecto, Albert Speer, prepararon planes megalómanos para arrasar el centro de Berlín y erigir una nueva "capital del mundo" denominada Germania. Su pieza central iba a ser una cúpula de proporciones verdaderamente colosales, sobre el área de la embajada suiza. La construcción comenzó en 1938.
Hitler explico a todas las misiones extranjeras que tenían que trasladarse, y todas, excepto una lo hicieron. Suiza, sin embargo, estaba en este momento representado por Hans Frölicher, que simpatizaban y era cercano a los nazis. Sr. Frölicher fue capaz de frenar las negociaciones y asegurar una buena nueva ubicación nueva para la embajada. Entonces Hitler comenzó la guerra mundial.
En uno de los primeros bombardeos británicos, el edificio pretendía ser la nueva embajada de Suiza, fue destruida. Así que el traslado estaba en suspenso. A medida que los bombardeos se agravaron, los planes de Germania fueron dejados de lado. Los suizos permanecieron en la mansión durante toda la guerra, testigos de la destrucción de la ciudad a su alrededor. Como por un milagro, las bombas destruyeron todas las estructuras circundantes, excepto la Embajada de Suiza. Solo una bomba cayo en ella, pero no llego a detonar.
Una de las últimas batallas de la guerra fue el ataque soviético en el cercano Reichstag. Los rusos barrieron con todo desde el este, pero una cohorte llegó desde el otro lado del río donde se encuentra Hauptbahnhof (estación central) hoy, y se apoderaron de la embajada suiza como su reducto. Suiza, en este momento no había reconocido a la Unión Soviética, por lo que los jóvenes tuvieron pocos escrúpulos. Alrededor de 300 de ellos encerraron a el puñado de trabajadores restantes en el sótano, para después empezar a disparar por las ventanas dirección al Reichstag (los agujeros de bala son todavía hoy en día) antes de atacar y tomar el edificio.
La guerra había terminado,y ya no había un país llamado Alemania. Suiza todavía tenía su edificio, pero ya no era una embajada. Se convirtió en su lugar una "delegación" encargada de transportar a los ciudadanos suizos residentes en Alemania hacia casa. En 1949, cuando Alemania Occidental fue fundada con una nueva capital, la soporífera ciudad renana de Bonn, Suiza abrió una nueva embajada allí. (Suiza no reconoció la Alemania Oriental hasta 1973.)
Sin embargo, todavía mantenían su propiedad Berlín. Los años siguientes fueron surrealistas. En la devastación de la posguerra, los alemanes utilizaron las hectáreas que rodean al edificio para cultivar patatas y hacer picnic. Por otra parte, el distrito se convirtió en una zona muerta, escondido detrás de un rincón del Telón de acero. El Muro de Berlín fue construido justo detrás del Reichstag, a la vista de los suizos. Ahora la propiedad parecía estar situada en el fin del mundo.
En un momento de debilidad, el gobierno suizo trató de vender el edificio en 1970. Por entonces, sin embargo, nadie lo quería, ni los inversores privados ni la ciudad de Berlín. Por pura suerte (el último ejemplo de muchos), Suiza conservó la propiedad de nuevo.
Y finalmente llego 1989. El Muro, situado a tiro de piedra de allí, cayó. Al año siguiente, Alemania se reunificó. En 1991, el parlamento alemán votó a favor de trasladar la capital a Berlín. En 1999, el Bundestag (cámara baja del Parlamento) se trasladó físicamente en el antiguo edificio del Reichstag, para entonces reinstalado por Sir Norman Foster, con un interior elegante y transparente. Justo al otro lado, la nueva Cancillería fue construida. Alemania tenía planes aún más ambiciosos para la zona, y cortésmente le preguntó una vez más si el suizo podría considerar mudarse. Suiza, aprovechando un rasgo nacional, se mantuvo obstinada y dijo no.
Y así, simplemente no moviéndose, ni siquiera en la brecha más profunda de la historia, Suiza obtiene lo que puede ser considerado como la mejor compra de una propiedad en la historia mundial, junto con la adquisición de Luisiana por Thomas Jefferson en 1803. Hoy en día Suiza se encuentra representada en el corazón del poder alemán. Su misión diplomática, que una vez fue palacio, ahora se ve empequeñecida por en el paisaje circundante. Sin pretensiones pero muy orgullosa. Muy suizo.
Si un marciano llegase hoy a la estación central de Berlín, cargando con su maleta por la entrada sur, llegaría a la inmediata conclusión de que Alemania considera que el más poderoso e importante del mundo es ...
... Suiza.
Esto es así porque, justo al otro lado del río Spree desde la estación central, Hauptbahnhof, (terminada en 2006 para la Copa del Mundo de fútbol organizada ese año), ondea la cruz blanca de Suiza por encima de un clásico edificio gris, la embajada suiza.
Al este se extiende el parlamento de Alemania, un grupo de edificios situados alrededor del histórico Reichstag. A la derecha (oeste) está la cancillería que en la actualidad esta ocupada por la mas poderosa jefa de gobierno de Europa, Angela Merkel. Si la embajada suiza tuviese un lugar equivalente en Washington DC, estaría situada entre la Casa Blanca y el Congreso, sin que nada tape la vista en ninguna dirección.
Este marciano no sería el primera viajero en reflexionar sobre cómo la astuta Suiza podría haber llevado a cabo un espectacular golpe de la diplomacia y de inversión inmobiliaria . La explicación equivale a un curso rápido de historia de Alemania.
En el Berlín de los reyes de Prusia, el área dentro de la curva del río Spree estaba justo fuera de la puerta oeste (la conocida Puerta de Brandenburgo) que marcaba los límites de la ciudad. Fue utilizado como un patio de armas para los soldados. Pero durante el siglo XIX, se convirtió en un suburbio para la alta sociedad de Berlín y pasó a llamarse Alsenviertel. Alrededor de la época de la unificación alemana en 1871, un conocido médico, Friedrich Theodor Frerichs, construyo lo que era de hecho un palacio. (Incluso Fyodor Dostoyevsky, viajó desde Rusia para ser tratado allí.) Este edificio todavía sirve como el esqueleto de la embajada de hoy. Sr. Frerichs vendió la mansión en 1907, y en 1910 estaba en manos de Erich Kunheim, un magnate de los productos químicos. Pero el señor Kunheim perdió su fortuna en la Primera Guerra Mundial, y el edificio fue puesto de nuevo a la venta en 1919.
Fue un tiempo difícil para que un inversor extranjero se interesarse en el país. Alemania fue derrotada y se encontraba en un estado de caos revolucionario. El 9 de noviembre al 1918, se proclamaron simultáneamente dos repúblicas rivales, una de ellas marxista-socialista. La otra fue proclamada en el balcón del Reichstag, fácil de ver desde las ventanas de la mansión.
Ocurrió, sin embargo, que en ese momento Suiza había decidido dejar tener que alquilar su sedes en las principales capitales y comenzar a comprar propiedades. Como se trataba de una federación más descentralizada incluso que en los Estados Unidos actuales. Suiza tenía poco dinero para financiar el gobierno federal, por lo que los suizos buscaban sobre todo, un buen trato. 1,7 millones Reichsmark, era una suma considerablemente baja teniendo en cuanta la alta inflación. Así fue como el edificio se convirtió en propiedad Suiza comenzando a funcionar como embajada en 1920.
Debió haber sido un buen lugar desde el que observar el desarrollo del drama de la República de Weimar, ubicado en el recodo del río con varias otras embajadas en lo que se convirtió en un barrio diplomático. Entonces Adolf Hitler llegó al poder. En 1936, él y su arquitecto, Albert Speer, prepararon planes megalómanos para arrasar el centro de Berlín y erigir una nueva "capital del mundo" denominada Germania. Su pieza central iba a ser una cúpula de proporciones verdaderamente colosales, sobre el área de la embajada suiza. La construcción comenzó en 1938.
Hitler explico a todas las misiones extranjeras que tenían que trasladarse, y todas, excepto una lo hicieron. Suiza, sin embargo, estaba en este momento representado por Hans Frölicher, que simpatizaban y era cercano a los nazis. Sr. Frölicher fue capaz de frenar las negociaciones y asegurar una buena nueva ubicación nueva para la embajada. Entonces Hitler comenzó la guerra mundial.
En uno de los primeros bombardeos británicos, el edificio pretendía ser la nueva embajada de Suiza, fue destruida. Así que el traslado estaba en suspenso. A medida que los bombardeos se agravaron, los planes de Germania fueron dejados de lado. Los suizos permanecieron en la mansión durante toda la guerra, testigos de la destrucción de la ciudad a su alrededor. Como por un milagro, las bombas destruyeron todas las estructuras circundantes, excepto la Embajada de Suiza. Solo una bomba cayo en ella, pero no llego a detonar.
Una de las últimas batallas de la guerra fue el ataque soviético en el cercano Reichstag. Los rusos barrieron con todo desde el este, pero una cohorte llegó desde el otro lado del río donde se encuentra Hauptbahnhof (estación central) hoy, y se apoderaron de la embajada suiza como su reducto. Suiza, en este momento no había reconocido a la Unión Soviética, por lo que los jóvenes tuvieron pocos escrúpulos. Alrededor de 300 de ellos encerraron a el puñado de trabajadores restantes en el sótano, para después empezar a disparar por las ventanas dirección al Reichstag (los agujeros de bala son todavía hoy en día) antes de atacar y tomar el edificio.
La guerra había terminado,y ya no había un país llamado Alemania. Suiza todavía tenía su edificio, pero ya no era una embajada. Se convirtió en su lugar una "delegación" encargada de transportar a los ciudadanos suizos residentes en Alemania hacia casa. En 1949, cuando Alemania Occidental fue fundada con una nueva capital, la soporífera ciudad renana de Bonn, Suiza abrió una nueva embajada allí. (Suiza no reconoció la Alemania Oriental hasta 1973.)
Sin embargo, todavía mantenían su propiedad Berlín. Los años siguientes fueron surrealistas. En la devastación de la posguerra, los alemanes utilizaron las hectáreas que rodean al edificio para cultivar patatas y hacer picnic. Por otra parte, el distrito se convirtió en una zona muerta, escondido detrás de un rincón del Telón de acero. El Muro de Berlín fue construido justo detrás del Reichstag, a la vista de los suizos. Ahora la propiedad parecía estar situada en el fin del mundo.
En un momento de debilidad, el gobierno suizo trató de vender el edificio en 1970. Por entonces, sin embargo, nadie lo quería, ni los inversores privados ni la ciudad de Berlín. Por pura suerte (el último ejemplo de muchos), Suiza conservó la propiedad de nuevo.
Y finalmente llego 1989. El Muro, situado a tiro de piedra de allí, cayó. Al año siguiente, Alemania se reunificó. En 1991, el parlamento alemán votó a favor de trasladar la capital a Berlín. En 1999, el Bundestag (cámara baja del Parlamento) se trasladó físicamente en el antiguo edificio del Reichstag, para entonces reinstalado por Sir Norman Foster, con un interior elegante y transparente. Justo al otro lado, la nueva Cancillería fue construida. Alemania tenía planes aún más ambiciosos para la zona, y cortésmente le preguntó una vez más si el suizo podría considerar mudarse. Suiza, aprovechando un rasgo nacional, se mantuvo obstinada y dijo no.
Y así, simplemente no moviéndose, ni siquiera en la brecha más profunda de la historia, Suiza obtiene lo que puede ser considerado como la mejor compra de una propiedad en la historia mundial, junto con la adquisición de Luisiana por Thomas Jefferson en 1803. Hoy en día Suiza se encuentra representada en el corazón del poder alemán. Su misión diplomática, que una vez fue palacio, ahora se ve empequeñecida por en el paisaje circundante. Sin pretensiones pero muy orgullosa. Muy suizo.
#2:
Bueno, pero la embajada de España también está en un lugar precioso Justo al lado del Zoo, en los jardines.
#4:
Si voy a Berlín echaré una foto al edificio. Esa historia es de las que no te cuentan los guías turísticos. Aunque en realidad, los suizos tuvieron más suerte que agallas, porque durante la Guerra Fría hubieran pagado porque alguien se lo quedara 
Comentarios
Una lección de historia alemana en un edificio suizo
Si un marciano llegase hoy a la estación central de Berlín, cargando con su maleta por la entrada sur, llegaría a la inmediata conclusión de que Alemania considera que el más poderoso e importante del mundo es ...
... Suiza.
Esto es así porque, justo al otro lado del río Spree desde la estación central, Hauptbahnhof, (terminada en 2006 para la Copa del Mundo de fútbol organizada ese año), ondea la cruz blanca de Suiza por encima de un clásico edificio gris, la embajada suiza.
Al este se extiende el parlamento de Alemania, un grupo de edificios situados alrededor del histórico Reichstag. A la derecha (oeste) está la cancillería que en la actualidad esta ocupada por la mas poderosa jefa de gobierno de Europa, Angela Merkel. Si la embajada suiza tuviese un lugar equivalente en Washington DC, estaría situada entre la Casa Blanca y el Congreso, sin que nada tape la vista en ninguna dirección.
Este marciano no sería el primera viajero en reflexionar sobre cómo la astuta Suiza podría haber llevado a cabo un espectacular golpe de la diplomacia y de inversión inmobiliaria . La explicación equivale a un curso rápido de historia de Alemania.
En el Berlín de los reyes de Prusia, el área dentro de la curva del río Spree estaba justo fuera de la puerta oeste (la conocida Puerta de Brandenburgo) que marcaba los límites de la ciudad. Fue utilizado como un patio de armas para los soldados. Pero durante el siglo XIX, se convirtió en un suburbio para la alta sociedad de Berlín y pasó a llamarse Alsenviertel. Alrededor de la época de la unificación alemana en 1871, un conocido médico, Friedrich Theodor Frerichs, construyo lo que era de hecho un palacio. (Incluso Fyodor Dostoyevsky, viajó desde Rusia para ser tratado allí.) Este edificio todavía sirve como el esqueleto de la embajada de hoy. Sr. Frerichs vendió la mansión en 1907, y en 1910 estaba en manos de Erich Kunheim, un magnate de los productos químicos. Pero el señor Kunheim perdió su fortuna en la Primera Guerra Mundial, y el edificio fue puesto de nuevo a la venta en 1919.
Fue un tiempo difícil para que un inversor extranjero se interesarse en el país. Alemania fue derrotada y se encontraba en un estado de caos revolucionario. El 9 de noviembre al 1918, se proclamaron simultáneamente dos repúblicas rivales, una de ellas marxista-socialista. La otra fue proclamada en el balcón del Reichstag, fácil de ver desde las ventanas de la mansión.
Ocurrió, sin embargo, que en ese momento Suiza había decidido dejar tener que alquilar su sedes en las principales capitales y comenzar a comprar propiedades. Como se trataba de una federación más descentralizada incluso que en los Estados Unidos actuales. Suiza tenía poco dinero para financiar el gobierno federal, por lo que los suizos buscaban sobre todo, un buen trato. 1,7 millones Reichsmark, era una suma considerablemente baja teniendo en cuanta la alta inflación. Así fue como el edificio se convirtió en propiedad Suiza comenzando a funcionar como embajada en 1920.
Debió haber sido un buen lugar desde el que observar el desarrollo del drama de la República de Weimar, ubicado en el recodo del río con varias otras embajadas en lo que se convirtió en un barrio diplomático. Entonces Adolf Hitler llegó al poder. En 1936, él y su arquitecto, Albert Speer, prepararon planes megalómanos para arrasar el centro de Berlín y erigir una nueva "capital del mundo" denominada Germania. Su pieza central iba a ser una cúpula de proporciones verdaderamente colosales, sobre el área de la embajada suiza. La construcción comenzó en 1938.
Hitler explico a todas las misiones extranjeras que tenían que trasladarse, y todas, excepto una lo hicieron. Suiza, sin embargo, estaba en este momento representado por Hans Frölicher, que simpatizaban y era cercano a los nazis. Sr. Frölicher fue capaz de frenar las negociaciones y asegurar una buena nueva ubicación nueva para la embajada. Entonces Hitler comenzó la guerra mundial.
En uno de los primeros bombardeos británicos, el edificio pretendía ser la nueva embajada de Suiza, fue destruida. Así que el traslado estaba en suspenso. A medida que los bombardeos se agravaron, los planes de Germania fueron dejados de lado. Los suizos permanecieron en la mansión durante toda la guerra, testigos de la destrucción de la ciudad a su alrededor. Como por un milagro, las bombas destruyeron todas las estructuras circundantes, excepto la Embajada de Suiza. Solo una bomba cayo en ella, pero no llego a detonar.
Una de las últimas batallas de la guerra fue el ataque soviético en el cercano Reichstag. Los rusos barrieron con todo desde el este, pero una cohorte llegó desde el otro lado del río donde se encuentra Hauptbahnhof (estación central) hoy, y se apoderaron de la embajada suiza como su reducto. Suiza, en este momento no había reconocido a la Unión Soviética, por lo que los jóvenes tuvieron pocos escrúpulos. Alrededor de 300 de ellos encerraron a el puñado de trabajadores restantes en el sótano, para después empezar a disparar por las ventanas dirección al Reichstag (los agujeros de bala son todavía hoy en día) antes de atacar y tomar el edificio.
La guerra había terminado,y ya no había un país llamado Alemania. Suiza todavía tenía su edificio, pero ya no era una embajada. Se convirtió en su lugar una "delegación" encargada de transportar a los ciudadanos suizos residentes en Alemania hacia casa. En 1949, cuando Alemania Occidental fue fundada con una nueva capital, la soporífera ciudad renana de Bonn, Suiza abrió una nueva embajada allí. (Suiza no reconoció la Alemania Oriental hasta 1973.)
Sin embargo, todavía mantenían su propiedad Berlín. Los años siguientes fueron surrealistas. En la devastación de la posguerra, los alemanes utilizaron las hectáreas que rodean al edificio para cultivar patatas y hacer picnic. Por otra parte, el distrito se convirtió en una zona muerta, escondido detrás de un rincón del Telón de acero. El Muro de Berlín fue construido justo detrás del Reichstag, a la vista de los suizos. Ahora la propiedad parecía estar situada en el fin del mundo.
En un momento de debilidad, el gobierno suizo trató de vender el edificio en 1970. Por entonces, sin embargo, nadie lo quería, ni los inversores privados ni la ciudad de Berlín. Por pura suerte (el último ejemplo de muchos), Suiza conservó la propiedad de nuevo.
Y finalmente llego 1989. El Muro, situado a tiro de piedra de allí, cayó. Al año siguiente, Alemania se reunificó. En 1991, el parlamento alemán votó a favor de trasladar la capital a Berlín. En 1999, el Bundestag (cámara baja del Parlamento) se trasladó físicamente en el antiguo edificio del Reichstag, para entonces reinstalado por Sir Norman Foster, con un interior elegante y transparente. Justo al otro lado, la nueva Cancillería fue construida. Alemania tenía planes aún más ambiciosos para la zona, y cortésmente le preguntó una vez más si el suizo podría considerar mudarse. Suiza, aprovechando un rasgo nacional, se mantuvo obstinada y dijo no.
Y así, simplemente no moviéndose, ni siquiera en la brecha más profunda de la historia, Suiza obtiene lo que puede ser considerado como la mejor compra de una propiedad en la historia mundial, junto con la adquisición de Luisiana por Thomas Jefferson en 1803. Hoy en día Suiza se encuentra representada en el corazón del poder alemán. Su misión diplomática, que una vez fue palacio, ahora se ve empequeñecida por en el paisaje circundante. Sin pretensiones pero muy orgullosa. Muy suizo.
#1 La traducción es tuya, creo, no? Excelente historia, espero que haga portada (suerte que ha aguantado, tu sabes..)
#8 Si, aunque con la inestimable ayuda de Google Translator y WordReference Pero teniendo en cuenta que no he tenido mucho tiempo para hacerla seguro que esta llena de pifias.
#9 Se nota, pero está bastante bien traducido.
Alrededor de 300 de ellos encerraron a el puñado de trabajadores restantes en el sótano, para después empezar a disparar por las ventanas dirección al Reichstag (los agujeros de bala son todavía hoy en día) antes de atacar y tomar el edificio.
Eso es lo único que no tiene sentido del todo. Supongo que será "están" en vez de "son" (el verbo "to be" juega malas pasadas).
#15
Alrededor de 300 de ellos encerraron a el puñado de trabajadores restantes en el sótano, para después empezar a disparar por las ventanas dirección al Reichstag (los agujeros de bala son todavía hoy en día) antes de atacar y tomar el edificio.
"son" está bien. Lo que falta es el adjetivo "visibles". Los agujeros de bala son visibles todavía hoy en día.
#8 Suelo traducirlas muchas veces y, coñe, cuesta en tiempo, que una cosa es saber algo y otra publicarlo. Luego viene uno y ZAS
Bueno, pero la embajada de España también está en un lugar precioso Justo al lado del Zoo, en los jardines.
#2
¿ Lo ves bien desde la jaula ?
#3 En el Zoo de Berlin no hay jaulas tío
#5
¿ Y tienen los pajaros con cuerdas ?
#6 No tío. Pero no son jaulas. Son pajareras. Te puedes meter tú y todo.
#3 No sé por qué te votan negativo, hay que reconocer que has estado gracioso
#3
#2 No, el zoo tambien incluye a la embajada de los animales corruptos del sur.
Si voy a Berlín echaré una foto al edificio. Esa historia es de las que no te cuentan los guías turísticos. Aunque en realidad, los suizos tuvieron más suerte que agallas, porque durante la Guerra Fría hubieran pagado porque alguien se lo quedara
La verdad es que la situación es flipante... Aquí un enlace en Google Maps: https://www.google.es/maps?ll=52.520477,13.373816&spn=0.006365,0.016512&t=h&dg=opt&z=17
En la curva del río, al norte está el pequeño edificio de la embajada. Más al sur, a la izquierda está la cancillería y a la derecha los dos edificios del parlamento. Primero el Paul-Löbe-Haus que alberga oficinas y comisiones y más abajo el Reichtag propiamente dicho
Si un marciano fuese hoy a la estación central de Berlín, llegaría a la conclusión de que Alemania considera que el país más importante del mundo es ... Suiza.
Tampoco andarían muy equivocados los marcianos.
Vaya con la neutralidad suiza jajaj
Suiza, sin embargo, estaba en este momento representado por Hans Frölicher, que simpatizaban y era cercano a los nazi
Suiza no reconoció la Alemania Oriental hasta 1973
#21 Añado, los suizos no existen, son alemanes y franceses (y unos pocos italianos) .
Debido a las guerras mundiales en las que se enfrentaron Francia y Alemania ,los ricos de ambos paises depositaron la pastuqui en este "pais" para mantenerla a salvo durante las dos guerras mientras los pringadillos se mataban entre si.
Curioso que el dinero de ambos paises fuera hacia el mismo lugar siendo rivales ¿no? Neutralidad a tope
bla bla bla bla bla EN SUIZA TENEMOS LA PASTA bla bla bla
No deja de ser una paradoja: la poderosa Alemania vigilada de cerca por Suiza. Si Iker Jiménez supiese leer haría un programa con alguna delirante teoría de la conspiración al respecto....
#28 Efectivi-wonder Amiga.
P.D. Casi no escribo nada en esto de menéame. No le veo el "para qué". En fin besos y gracias.
¿"Eso" fue palacio una vez? ¿Y el arquitecto...?
#13 Hola! ¿Tocaste las figuras y por eso no aparecemos ahora como amigos? Solo tendrías que intentar que las dos figuren en amarillo.
Imagino fue involuntario, a mí me ha pasado alguna vez, y te lo digo para que intentes ponerle remedio y podamos hablar por privis de vez en cuando.
Un bechi.
Por razones historicas comprensibles rusia italia y españa tienen unas embajadas bastante interesantes por situación, no conocía la historia de los suizos.
Me he perdido. Cual es la parte interesante de la "noticia"?
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#16 Yo ya lo he enviado! Espero ser feliz muy pronto!