Más de 200 personas, con todoterrenos y potentes equipos fotográficos, se apostan en un camino rural esperando la llegada del lince (Lynx pardinus). La escena recuerda a las llanuras del Serengueti o los ríos de Alaska, pero se desarrolla en el corazón de la Sierra de Andújar (Jaén), convertida en la capital de un nuevo y exclusivo turismo de naturaleza que tiene en el felino más amenazado del planeta su principal reclamo. “Desde hace un par de años, se ha corrido la voz y vienen turistas de toda Europa a intentar ver el lince.”
Comentarios
La verdad me sorprende, pues tenía entendido que es una especie bastante tímida. Me relataron una vez un biólogo que andaba siguiendo con radiofrecuencia a un lince y no consiguió verlo. Sabía que estaba ahí, delante de sus narices, pero no lo consiguió ver. Supongo que como muchos especímenes serán "emigrantes" del programa de cria, pues no serán tan tímidos con el hombre.
En cualquier caso 300 ejemplares me parecen muy pocos para poner a andar una industria de este tipo, aunque si de esa manera se "conciencian" algunos que sólo piensan en dinero, bienvenido sea.
La chupa por 5 euros..
Pues no sé, pero 200 personas con todoterrenos en un camino rural me parece una abominación.
A ver si ahora rentable es sobrecagar un entorno con domingueros con sus cámaras de 1000 euros y sus todoterrenos.
Me he acordado de la escena final de un mundo feliz, todos los alfas yendo a la ciudad de desheredados a verlos por morbo.
#2 Mejor que miles de rocieros destrozando un parque natural, o los cazadores dejando plomo, plástico de los cartuchos y bichos muertos por todas partes.
Es cuestión de compromiso.