Quevedo, el autor de los más bellos sonetos de amor escritos en nuestra lengua y de una obra de la riqueza e inventiva verbal del Buscón era, desde el punto de vista de nuestra ética social y de la honradez exigible a una persona, un perfecto mal bicho. Sus poemas satíricos y burlescos compendian un vasto muestrario de racismo, antisemitismo, misoginia y homofobia que no perdonan a nadie con excepción de los militares y de los curas.
Comentarios
Quevedo era un español de su tiempo. Un tiempo racista, antisemita, misógino y homófobo.
Juzgar el comportamiento de una persona debe realizarse desde la cultura de esa persona; de otra forma lo que juzgas es la cultura, no a la persona.
Suele olvidarse...