[...] Eliminar al guía espiritual (a diferencia de los líderes organizativos) de un grupo militante podría ser percibido como una victoria política para un gobierno a corto plazo, pero posiblemente torne menos probable un proceso de desradicalización integral, y no necesariamente implicará el fin de la organización en cuestión. Para resultados a largo plazo, la captura es casi siempre más efectiva que el asesinato.
Pero capturar y juzgar a los líderes violentos probablemente sea una mejor señal del final de este tipo de organizaciones –las posibilidades de un desenlace como este son más altas cuando estos líderes se retractan de sus opiniones y piden a sus seguidores que depongan sus armas–. Abimael Guzmán, el líder del maoísta Sendero Luminoso de Perú, y Abdulah Ocalan, el líder del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK por su sigla en inglés) en Turquía, son ejemplos dignos de mencionar.
Si la intención hubiera sido la lucha antiterrorista la verdad, que lleva muerto años como consecuencia de su enfermedad renal, hubiese sido la mejor opción. Pero que esté muerto (como para no estarlo) no es suficiente. No han matado a Bin Laden en el telediario para luchar contra el terrorismo si no para luchar contra los Republicanos. Lo alucinante es la agotadora campaña de lavado a la que nos están sometiendo al resto del mundo cuando este asunto, en el fondo, ni nos va ni nos viene. Entiendo perfectamente que los yanquis terminasen creyendo que Sadam Hussein pilotaba los aviones del 11S. Madre mía, qué hartazgo.
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elpais.comComo diría el Fenómeno... -«Nu sé».
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Fue un error no someterlo a un juicio justo.
Matarlo no, se lo merecía.
Si la intención hubiera sido la lucha antiterrorista la verdad, que lleva muerto años como consecuencia de su enfermedad renal, hubiese sido la mejor opción. Pero que esté muerto (como para no estarlo) no es suficiente. No han matado a Bin Laden en el telediario para luchar contra el terrorismo si no para luchar contra los Republicanos. Lo alucinante es la agotadora campaña de lavado a la que nos están sometiendo al resto del mundo cuando este asunto, en el fondo, ni nos va ni nos viene. Entiendo perfectamente que los yanquis terminasen creyendo que Sadam Hussein pilotaba los aviones del 11S. Madre mía, qué hartazgo.
Ah, pero lo han matado?