Puede empezar la rehabilitación dentro de un mes. Con estas palabras, Juan Coello, de 54 años, descubrió que la inmediatez era un concepto relativo para su seguro privado. Al tropezarse una tarde, se rompió dos metatarsos de su pie derecho. Tras un mes de muletas, su aseguradora le autorizó a realizar 30 sesiones de rehabilitación para que la fractura soldase bien.
Y luego las rehabilitaciones en serie, con lo que tampoco sirven de mucho. A un amigo le enviaron a una superclínica de fisioterapia donde lo enchufaban a maquinitas, las sesiones de una hora se quedaban en media y poco más, y al final tuvo que pagarse un fisio en condiciones porque no mejoraba, el cual no usó ninguna maquinita. Sus palabras tras la primera sesión fueron: "es la primera vez en seis meses que alguien me toca y me mira de arriba abajo".
Comentarios
Quien paga un seguro no paga a un médico para que le cure, paga a un abogado para que le deniegue un tratamiento.
Qué horror. Lo que nos espera...
Y luego las rehabilitaciones en serie, con lo que tampoco sirven de mucho. A un amigo le enviaron a una superclínica de fisioterapia donde lo enchufaban a maquinitas, las sesiones de una hora se quedaban en media y poco más, y al final tuvo que pagarse un fisio en condiciones porque no mejoraba, el cual no usó ninguna maquinita. Sus palabras tras la primera sesión fueron: "es la primera vez en seis meses que alguien me toca y me mira de arriba abajo".