La desafección la ciudadanía hacia la clase política está provocando desánimo no solo en las bases de los partidos, sino también entre sus cuadros directivos. Los populares, que lograron un amplio mapa de alcaldías en la Comunidad Valenciana, así como una mayoría solvente en las Cortes autonómica en las elecciones de mayo de 2011 empiezan a registrar esa pulsión de cierto hartazgo entre algunos de sus alcaldes. Es el caso de la provincia de Valencia, donde una proporción cercana al 30% de los primeros ediles -hay 166 en total-.
Comentarios
Ya no queda pasta que pillar por el tema ladrillo. A ver si los enchufan a temas mas actuales como la sanidad por ejemplo.
Ya no se trinca como antes. Y más aún desde que Bárcenas cerró el chiringuito.
Las ratas son las primeras que huyen cuando el barco se hunde.
No seguir en libertad.
TODOS A LA CARCEL.
Pues nada. Que se vayan todos los alcaldes corruptos porque estoloarreglamosentretodos.