Sorpresa primero y curiosidad después sintió Benito Estévez Lorenzo, patrón del arrastrero Pesca-Berbés III cuando, en medio del Gran Sol, se encontró hace unos días enredada en medio del aparejo, una cámara de fotos. A pesar de que la cámara estaba muy carcomida y la batería casi descompuesta, Benito la limpió y secó con mimo y extrajo la tarjeta de memoria. Al probarla en el ordenador portátil que lleva siempre a bordo, resultó, milagrosamente, estar intacta. El pescador espera que la pareja de las fotos consiga recuperar este recuerdo.
Comentarios
Una bonita historia, creo que merece la pena que salga a portada para compensar un poco las portadas de los últimos dias...
Asombrado de que una tarjeta de memoria pueda sobrevivir a un baño prolongado en agua salada.
Les dejo un post relacionado.
Saludos!
http://tomandofotos.wordpress.com/2010/02/14/una-tarjeta-de-memoria-funciona-luego-de-estar-sumergida-dos-anos-y-medio/