Mientras la ayuda humanitaria no llega y cientos de miles padecen sed, hambre y falta de atención médica, cruceros de lujo aún hacen fiestas en Haití, cerca de la zona del terremoto.
#1, esta noticia no va de putear a los ricos, trata de mostrar que el sistema político y económico de Haití es profundamente injusto, y es que mientras unos vivían en unas condiciones infraumanas, otros vivían (y viven) a cuerpo de rey.
#3, me temo que, visto lo visto, esa "fuente de ingresos" no ha ido a parar al pueblo haitiano que vive en condiciones penosas.
Ya se habló de esto mismo cuando el Tsunami en el sudeste asiático, y lo que pedían los de allí era que los turistas no dejaran de ir, que ellos vivían del turismo. Nos puede parecer grosera la convivencia de la miseria de los lugareños y el lujo de los turistas, pero produce cierto reparto de la riqueza. Y en España supimos (y sabemos) algo de esto.
Comentarios
Si esos cruceros dejasen de ir Haití tendría una fuente de ingresos menos.
#1, esta noticia no va de putear a los ricos, trata de mostrar que el sistema político y económico de Haití es profundamente injusto, y es que mientras unos vivían en unas condiciones infraumanas, otros vivían (y viven) a cuerpo de rey.
#3, me temo que, visto lo visto, esa "fuente de ingresos" no ha ido a parar al pueblo haitiano que vive en condiciones penosas.
me ha explotado el detector de demagogia...
Y mientras negritos se mueren de hambre en África, #0 está enviando esta noticia disfrutando gustosamente de su internet.
Y mientras en el tibet están jodidos, a mi me pica la espalda...
Dupe: Los cruceros todavía tienen sitio en Haití [EN]
Los cruceros todavía tienen sitio en Haití [EN]
guardian.co.ukA contrainformaçom (em rede) é umha arma tam válida como outra qualquera.
Ya se habló de esto mismo cuando el Tsunami en el sudeste asiático, y lo que pedían los de allí era que los turistas no dejaran de ir, que ellos vivían del turismo. Nos puede parecer grosera la convivencia de la miseria de los lugareños y el lujo de los turistas, pero produce cierto reparto de la riqueza. Y en España supimos (y sabemos) algo de esto.