En 2005, el Congreso de EE.UU decidió acuñar una serie de monedas de 1$ para hacerlo mas popular, con la efigie de cada presidente americano en una de sus caras. Estas monedas han sido acumuladas silenciosamente en las bóvedas de la Reserva Federal y no tienen demanda por parte de los bancos ya que las monedas de 1 dolar han perdido valor en los corazones de los estadounidenses y sus billeteras. Y a pesar de que la montaña olvidada de dinero sigue creciendo, la Casa de Moneda no para de acuñarla. 300$ millones ha costado su fabricación.
Comentarios
No os preocupéis, ya me las quedaré yo.
No hay problema. Tengo un monedero muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy grande.
#1 A partes iguales, pero no se lo digas a nadie más
es aqui donde reparten monedas? quien es el ultimo?
#3 Yo.
¿eres chatarrero no?