Hace 4 años | Por molinoaimara a elmundo.es
Publicado hace 4 años por molinoaimara a elmundo.es

Antonio Gramsci tuvo la fortuna de no conocer a Miguel Ángel Revilla. De haberlo conocido, el intelectual italiano se habría ahorrado algunos circunloquios y el cántabro sería hoy el arquetipo mundial que explicara lo que es la hegemonía. El regionalista se diferencia del entrañable Truman Burbank en que él habita en un plató por voluntad propia y en que ha protagonizado muchísimas más horas de programación.