Hace 15 años | Por phoenix88 a abcdesevilla.es
Publicado hace 15 años por phoenix88 a abcdesevilla.es

A partir de las diez y media de la mañana, los trabajadores de Tussam han parado su actividad unos quince minutos. Ya a las 12.00 se han concentado frente al Ayuntamiento de Sevilla, donde se han dirigido al alcalde en primer lugar y a la prensa depués, para denunciar la muerte de su compañero. A pregunta de los periodistas, los representantes de los trabajadores han informado de que, en principio, los 200 conductores siguen de baja, afectados por la muerte de José Luis, el conductor fallecido.

Comentarios

Stratsete

Totalmente de acuerdo con estos señores! Ojalá todos los sectores nos movilizaramos igual!

alexwing

#2 El problema de quien lo ha echo algo intimo y personal, a sido el alcalde que expediento a esos conductores y no acepto cuando la ley les dio la razón. Lo que han echo hoy los conductores me parece mal aun así, hay otras maneras de actuar, pero se han visto desbordados por el golpe y han tirado por la vía menos cerebral.

D

Lo de esta mañana ha sido vergonzoso. Entro en el atobús y me encuentro con un folio, contando los detalles escabrosos de la vida de este señor, una foto de carné con los ojos tapados con esparadrapos.

La espera de esta mañana ha superado más de una hora, casi toda Sevilla ha quedado colapsada. Me parece indignante y tercermundista que en un país "moderno" donde se contempla el derecho a huelga, los empleados de Tussam, se crean en el derecho de convocar una huelga encubierta (según fuentes, 200 bajas por estrés y ansiedad).
Los usuarios, los que no tenemos culpa ninguna y vamos a trabajar, al médico, como todos los días, hemos sufrido este atropello hoy. Casi nadie se ha solidarizado con el conductor fallecido, ningún conductor se ha solidarizado con los usuarios.

Cuando empiecen a hacer las cosas de manera seria y en condiciones, convocando una huelga formal, con antelación, servicios mínimos, etc. se les respetará, mientras NO.

Para terminar, creo totalmente descabellado que este señor (que además estaba expedientado, supuestamente por actos de vandalismo) se haya suicidado por esto. Nadie es nadie para decir lo que se le pasa a otro por la cabeza cuando se quita la vida. Si este señor fuera mi padre, no me haría ni pizca de gracia que expusieran su desgracia en un papelajo a la vista de media ciudad y se hiciera una lucha sindical de algo que es íntimo y personal.