Desde que el mundo es mundo, y probablemente mucho antes, los antepasados de Toño, el cabrero de Tafuriaste, han pastoreado su ganado por el Valle de Taoro. Entonces llegaron los del chalet y se quejaron del olor de las cagarrutas, de las moscas y de las plantas rapiñadas. Escrupulosos con las cabras no les molesta la mierda y los ladridos de sus perros, pero el sustento de Toño pa’ descanse sí. Por eso inician una campaña de acoso y derribo al cabrero. Tienen abogados, políticos, leyes a su favor; tienen todas las de ganar.
Comentarios
Las putas leyes de urbanización de suelos nos dejarán sin ganadería ni agricultura sólo para que cuatro constructores amigos del gobierno de turno se forren.
¿Y después qué?
Señores:¡¡los ladrillos no se comen!!
#4 Te equivocas. Ahora mismo mas de uno se los están comiendo con patatas...
#5 ¿Y cuando se acaben las patatas?
Eso, indigestión en puerta...
Cabrones!
Esta visto, para ser ganadero tradicional hay que mantener cargada la escopeta. Disparar antes y preguntar después.
Vía http://arucasblog.blogspot.com/2012/09/un-pastor-se-envenena-causa-del.html# a través de http://www.facebook.com/GranCanariaActualidad?ref=hl Relacionado: http://eldia.es/2012-10-23/NORTE/0-desalojo-cabras-Tafuriaste-convierte-tragedia-familiar.htm
Estamos en el siglo XXI. seguro que tampoco os gustaria que pastoreasen alrededor de vuestra casa
#7 Vete a vivir a la ciudad. Te mearán los perros, pero no tendrás ningún problema con las cabras.
#7 El pastor estaba antes. Casos de estos ha habido un montón, gente que compra un piso cerca de una porqueriza, luego se queja de que huele mal y la cierran, que manda huevos.
Es como si me compro un piso en el centro de la ciudad y luego reclamo que cierren la calle al tráfico porque me molesta el ruido, y luego que cierren las tiendas y los bares porque la gente habla alto.
Debo ser raro, pero yo si tuviera un chalet allí me encantaría ver a las cabrillas salir a pastar...