'Las alegrías compartidas son dobles'. Una idea similar debió cruzar la mente de la estadounidense que, habiendo ganado el premio más alto de la historia de la lotería fue a cenar a un restaurante y decidió convidar a los 180 comensales que se encontraban allí.
Muy bonito pero poco útil - a mi parecer. Si la gente estaba ya cenando en el restaurante era porque podían permitírselo. Es una alegría para el que se ahorra pagar, pero si hubiera invitado a cenar a los de un albergue social...
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Muy bonito pero poco útil - a mi parecer. Si la gente estaba ya cenando en el restaurante era porque podían permitírselo. Es una alegría para el que se ahorra pagar, pero si hubiera invitado a cenar a los de un albergue social...