El candidato de Izquierda Unida a la Alcaldía, Ángel Pérez, criticó que "las prisas del alcalde por inaugurar antes de las elecciones se lleve todo por delante sin importar si eso perjudica a los bienes históricos, a la flora o a la fauna de la Casa de Campo de la que luego se presume tanto como se descuida".
No es que me parezca bien pero hay que matizar que mil metros cuadrados en 14 hectáreas(140.000 m2) es un 0.07%, ademas hay que ver la zona que se come, porque no todo el vivero de la Casa de Campo, es "vivero".
Quién les ha visto y quién les ve. El pavo real, otrora ave aristocrática, se ve obligado a convivir con la clase obrera, a pasear con tanta elegancia como cuidado para no estamparse con un cascote y a rememorar viejos tiempos junto a los de su especie no junto a un rosal palaciego del jardín renacentista que fue en su época esta zona sino sobre una caseta de obra. Nadie escapa a las obras de Madrid Río. Todo ello en un entorno que debería ser idílico como la Casa de Campo, flamante y reciente Bien de Interés Cultural (BIC), declarado así en julio de 2010, que, sin embargo, en la zona de los viveros, junto a la histórica Casa de Vargas, presenta un aspecto desolador que contrasta más aún por la presencia de estos pavos reales que conviven en un estado lamentable.
Comentarios
"Si no hiciéramos obras, el aire de Madrid perdería su saborcillo"
No es que me parezca bien pero hay que matizar que mil metros cuadrados en 14 hectáreas(140.000 m2) es un 0.07%, ademas hay que ver la zona que se come, porque no todo el vivero de la Casa de Campo, es "vivero".
Quién les ha visto y quién les ve. El pavo real, otrora ave aristocrática, se ve obligado a convivir con la clase obrera, a pasear con tanta elegancia como cuidado para no estamparse con un cascote y a rememorar viejos tiempos junto a los de su especie no junto a un rosal palaciego del jardín renacentista que fue en su época esta zona sino sobre una caseta de obra. Nadie escapa a las obras de Madrid Río. Todo ello en un entorno que debería ser idílico como la Casa de Campo, flamante y reciente Bien de Interés Cultural (BIC), declarado así en julio de 2010, que, sin embargo, en la zona de los viveros, junto a la histórica Casa de Vargas, presenta un aspecto desolador que contrasta más aún por la presencia de estos pavos reales que conviven en un estado lamentable.