Ojalá pudiera decir que fue una decisión profunda, pero la verdad es que me preocupaba que él estuviese perdiendo el interés por culpa de mi inseguridad, y que se estuviera poniendo nervioso al oírme decir cosas como "¿¡A que suena muy bien tener dormitorios separados!?"
#7:
Una vez mi hermana mayor me contó que su marido había leído un libro en el que hablaba de la virtud de hacer el amor todos los días durante una temporada. Como a la chica del blog, ella cada vez tenía menos ganas de hacer el amor, y él se había ido dejando llevar por las pocas ganas de ella y cada vez estaba más inapetente también. Se pusieron como meta hacer el amor todas las noches durante un mes. Después extendieron a tres meses. No sé hasta donde llegaron, pero lo mantuvieron una buena temporada.
Ella al principio se lo tomaba como una obligación, como "una tarea más antes de poder descansar", pero poco a poco fueron recuperando la sexualidad y las ganas. No le pasó lo de las braguitas de encaje, pero sí decía que al volver a ser el sexo una parte muy presente en sus vidas, recuperaron una complicidad fuera del sexo (bromitas, pellizcos, sonrisitas cómplices, miradas, etc, y por ende más diálogo y ganas de hacer cosas juntos), que no tenían desde que eran novios. Y ella empezó a tener un subidón de autoestima y a sentirse mejor, él por supuesto estaba feliz y eso se reflejaba también en el día a día en la casa, influyendo en el estado de ánimo de ella.
Desgraciadamente ya no pueden seguir con el experimento, él murió repentinamente a principios de este año durante un viaje de trabajo. Pero ese tiempo queda para ellos, y siempre estuvieron muy enamorados el uno del otro.
Moraleja: no dejes de practicar con tu pareja por muy cansada que estés o poco que te apetezca. Y si ves que lo vas dejando, plantéatelo como unos deberes y vuelve a ello con todo el entusiasmo que puedas. En pocos días dejarán de serlo y volverás a disfrutar de nuevo, y tu vida será infinitamente más brillante de lo que lo es ahora.
Una vez mi hermana mayor me contó que su marido había leído un libro en el que hablaba de la virtud de hacer el amor todos los días durante una temporada. Como a la chica del blog, ella cada vez tenía menos ganas de hacer el amor, y él se había ido dejando llevar por las pocas ganas de ella y cada vez estaba más inapetente también. Se pusieron como meta hacer el amor todas las noches durante un mes. Después extendieron a tres meses. No sé hasta donde llegaron, pero lo mantuvieron una buena temporada.
Ella al principio se lo tomaba como una obligación, como "una tarea más antes de poder descansar", pero poco a poco fueron recuperando la sexualidad y las ganas. No le pasó lo de las braguitas de encaje, pero sí decía que al volver a ser el sexo una parte muy presente en sus vidas, recuperaron una complicidad fuera del sexo (bromitas, pellizcos, sonrisitas cómplices, miradas, etc, y por ende más diálogo y ganas de hacer cosas juntos), que no tenían desde que eran novios. Y ella empezó a tener un subidón de autoestima y a sentirse mejor, él por supuesto estaba feliz y eso se reflejaba también en el día a día en la casa, influyendo en el estado de ánimo de ella.
Desgraciadamente ya no pueden seguir con el experimento, él murió repentinamente a principios de este año durante un viaje de trabajo. Pero ese tiempo queda para ellos, y siempre estuvieron muy enamorados el uno del otro.
Moraleja: no dejes de practicar con tu pareja por muy cansada que estés o poco que te apetezca. Y si ves que lo vas dejando, plantéatelo como unos deberes y vuelve a ello con todo el entusiasmo que puedas. En pocos días dejarán de serlo y volverás a disfrutar de nuevo, y tu vida será infinitamente más brillante de lo que lo es ahora.
#7 creo que me habeis convencido....yo s9y de las que tienen ganas pero luego me entra la pereza , el sueño, las prisas...vivir en horarios diferentes te hace entrar en dinámicas extrañas:lo bueno , que el encuentro no es predecible...
Eh! Mensaje para tod@s: No tiene que ser matemático!
La idea de tener sexo inesperado a diario es mucho mejor que sexo planificado per se. Mezclar ambas cosas harán la experiencia de tener sexo diario (o casi) mucho más divertido.
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Una vez mi hermana mayor me contó que su marido había leído un libro en el que hablaba de la virtud de hacer el amor todos los días durante una temporada. Como a la chica del blog, ella cada vez tenía menos ganas de hacer el amor, y él se había ido dejando llevar por las pocas ganas de ella y cada vez estaba más inapetente también. Se pusieron como meta hacer el amor todas las noches durante un mes. Después extendieron a tres meses. No sé hasta donde llegaron, pero lo mantuvieron una buena temporada.
Ella al principio se lo tomaba como una obligación, como "una tarea más antes de poder descansar", pero poco a poco fueron recuperando la sexualidad y las ganas. No le pasó lo de las braguitas de encaje, pero sí decía que al volver a ser el sexo una parte muy presente en sus vidas, recuperaron una complicidad fuera del sexo (bromitas, pellizcos, sonrisitas cómplices, miradas, etc, y por ende más diálogo y ganas de hacer cosas juntos), que no tenían desde que eran novios. Y ella empezó a tener un subidón de autoestima y a sentirse mejor, él por supuesto estaba feliz y eso se reflejaba también en el día a día en la casa, influyendo en el estado de ánimo de ella.
Desgraciadamente ya no pueden seguir con el experimento, él murió repentinamente a principios de este año durante un viaje de trabajo. Pero ese tiempo queda para ellos, y siempre estuvieron muy enamorados el uno del otro.
Moraleja: no dejes de practicar con tu pareja por muy cansada que estés o poco que te apetezca. Y si ves que lo vas dejando, plantéatelo como unos deberes y vuelve a ello con todo el entusiasmo que puedas. En pocos días dejarán de serlo y volverás a disfrutar de nuevo, y tu vida será infinitamente más brillante de lo que lo es ahora.
#7 creo que me habeis convencido....yo s9y de las que tienen ganas pero luego me entra la pereza , el sueño, las prisas...vivir en horarios diferentes te hace entrar en dinámicas extrañas:lo bueno , que el encuentro no es predecible...
Yo me pasé como 5 años así, diariamente. Luego ya la cosa se calma, pero es que lo que a esta chica le pasaba ya rozaba lo perjudicial.
Ni siquiera decirle a su marido lo que le gusta en la cama...ser un monigote para que él haga todo. Menudo rollo.
Lo peor es que hay muchísimas mujeres así, y es una pena. En fin, que cada una/o encuentre su camino para disfrutar del sexo; porque mola
Mi aportación a mi humilde experiencia:
Eh! Mensaje para tod@s: No tiene que ser matemático!
La idea de tener sexo inesperado a diario es mucho mejor que sexo planificado per se. Mezclar ambas cosas harán la experiencia de tener sexo diario (o casi) mucho más divertido.
A ver si convenzo a mi chica.
#1 yo ya le he enviado el link!
Todos los días, incluso, a veces, acompañada.
Titular alternativo: "Lo que pasó cuando me convertí en un embustero"
#3 será embustera...
#4 o embustero. Cuando uno empieza a mentir es difícil parar.
#4 Es verdad. Gracias
Enviando a novia en tres, dos, uno...
Me encantan los negativos de esta noticia. Marcan a los principales reprimidos de meneame. Y sí, son los que me imaginaba.