El fin de la etapa dorada del mercado inmobiliario español se veía venir desde hace tiempo, pero en lugar de un aterrizaje más o menos suave lo que ha ocurrido se parece más al descarrilamiento de un pesado tren de mercancías que avanzaba a una velocidad más que inadecuada. Como consecuencia, la demanda, más que reducirse, casi se ha evaporado, y la actividad se encamina a cifras de hace 20 años. Mientras, los precios bajan, pero no sirven para animar a eventuales compradores, que tampoco disponen de dinero fácil como en años anteriores.
Comentarios
Hay que dejar que reviente el ladrillo y comenzar a enfocar los esfuerzos a otro tipo de economía.
#2 Yo vivía del ladrillo y me han reconvertido a limpiar y conservar parques rurales y naturales. Creo que he salido ganando con el cambio, gano más y me siento más útil.
Copio y pego de la misma noticia:
"El fin de la etapa dorada del mercado inmobiliario español se veía venir desde hace tiempo"
#2, cortito me eres. Cortito.
#2 El ladrillo no es ni una inversión ni una industria. Es un bien básico para el alojamiento de las personas. A ver si nos enteramos de UNA PUTA VEZ.
#1 Seguro que tu no vives del ladrillo...
Dirias lo mismo de la industria automovilistica?
Vamos a ver donde estan todos los meneadores que deseaban el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.