Hace 12 años | Por javieramosantos a arquehistoria.com
Publicado hace 12 años por javieramosantos a arquehistoria.com

En la elaboración de las comidas, como en toda la vida romana, resultó notable la evolución de las costumbres a lo largo de los siglos. Antes de que aparecieran en las mesas de los poderosos exóticas viandas procedentes de lugares tan dispares como Guinea (faisanes), Persia (gallos), India (pavos), Hispania (conejos), Ambracia (corzos), Calcedonia (atunes), Tarento (ostras y almejas), Ática (mejillones) o Dafne (tordos), los romanos no conocieron más que los alimentos básicos que proporcionaba la tierra: cereales, legumbres, hortalizas, leche.