El Tea Party no existe en España ni podrá existir mientras en el Partido Popular no haya elecciones primarias. Pero desde que el aznarismo perdió su rumbo moderado para involucrarse en una deriva seguidista de los neoconservadores americanos, en la derecha española no han dejado de surgir intentos de desestabilizar el único discurso que ha sido capaz de levantar una mayoría social frente a la dominancia histórica de la izquierda, y que no es otro que el de una oferta de amplio espectro entre la socialdemocracia y el liberalismo.
Comentarios
Un artículo verdaderamente interesante que analiza las limitaciones del discurso de la derecha, tras perder el rumbo moderado que los aupó al poder, en un país como España, donde al grueso de los votantes les gusta verse definidos a ellos mismos como de centro-izquierda. Merece la pena leerlo.
No sé si me ocurre a mí solo, pero veo duplicadas en las páginas de ABC primero el titulo, luego la entradilla, y finalmente el texto entero, que después de "En ésas estamos. Ganar elecciones siempre es difícil, pero cada cual está en su derecho de elegir el mejor modo de perderlas" vuelve a empezar desde el principio.
Y por desgracia, la "propaganda de Rubalcaba" no se ha inventado nada y "el espantajo ultramontano" no es un espantajo. Nadie obligó a Rajoy a decir lo que dijo sobre sus intenciones sobre el matrimonio gay y el aborto, sobre hacer intocable la mayoría conservadora en el TC, imposible la reforma de los estatutos (¡mayoría de dos tercios! Se necesitaría la misma mayoría para la más simple reforma de un estatuto que para proclamar una república) y aplicar una cura de caballo a lo Cameron... aunque de alguna extraña forma serían recortes sin recortar nada y sin subir impuestos.
#3 #4 En Chrome lo veo bien ...
#5 Acabo de comprobarlo otra vez. En Opera 10.00 sale todo duplicado.
Este artículo me ha traído a la memoria un frase que pronunciamos una noche de tertulia hace bastantes años, que venía a decir: "El socialismo español es el centro-derecha escandinavo". Quizá aquella noche exageramos un poco entre copazo y copazo, pero algo de verdad creo contenían aquellas palabras.
Gran artículo, verdaderemante constructivo pero con un gran error de formato. De todas formas, vale la pena leerlo.