Hace 15 años | Por --11557-- a yamato1.blogspot.com
Publicado hace 15 años por --11557-- a yamato1.blogspot.com

¿Qué más nos da que alguien quiera creer en la homeopatía, la acupuntura, la Quiropráctica o lo que le venga en gana? Al fin y al cabo, son creencias inofensivas y no hacen daño a nadie, ¿verdad? Pues no. Ejemplos en el enlace.

Comentarios

Alitheia

Yo siempre he defendido que en todo caso se ha de respetar a las personas, siempre y cuando estas sean dignas de respeto, pero las ideas han de estar siempre sujetas a ser criticadas. No se puede blindar una creencia con el escudo de la tolerancia y el respeto, porque se llegan a situaciones absurdas y a veces peligrosas. Con la excusa de que es por motivos religiosos o espirituales mucha gente comete atrocidades, a veces sin ni siquiera ser conscientes de ello, amparados por la común práctica de respetar las tonterías y las supersticiones cuando llevan la etiqueta de creencias y más aún cuando estas son compartidas por mucha gente.
Un link muy bueno sobre el tema, aunque en inglés:
http://whatstheharm.net/

Neomalthusiano

Terapias "para anormales".

j

Falta mención a los testigos de Jeová, que se niegan a recibir transfusiones.

D

Siempre he dicho que lo que hay que respetar por encima de todo es a las persona,pero que tambien el respeto hay que ganarselo.Si un desequilibrado deja morir a su hijo por no aplicarle el tratamiento adecuado que lo hubiese salvado,basandose solo en creencias sin fundamento,esa persona no merece ningun respeto,ya que a dispuesto a su antojo de la vida de otra persona.
Igualmente no respeto a las religiones y sus creyentes que promueven el odio y que permiten que miles de persona mueran de sida,simplemente por que sus ideas no han avanzado desde la edad media.

R

Estoy de acuerdo en la mayoría, creo que mezcla un poco las cosas y mete en el mismo saco muchas cosas, no es lo mismo la homeopatía (que no tiene ningún rigor) que tomarte una tila para relajarte (que eso te lo puede recomendar Chumari)

SevenTails

#1 a más tocamos!
(sin ánimo de ofender)