El mercado manda: sólo pueden vivir en el centro quienes ya tenían un piso o lo han heredado y a los que no les importa pagar un dineral por el m2.
Cuando una empresa tienen previsto crear un centro de trabajo debería pensar también, junto con el ayuntamiento de turno, en la vivienda de sus empleados. No tiene sentido adquirir un bloque de oficinas en pleno centro y luego que los empleados tengan que comerse una hora de stress y atascos para llegar al puesto de trabajo.
Y no es normal que esto ocurra? pensémoslo dos veces... normalmente lo que denominamos "el centro" es donde están las casas más antiguas, las cuales no apetece entrar a vivir a no ser que no tengas más remedio. Por eso mismo se está llenando de inmigrantes, y cuando digo llenando, lo digo en un sentido literal. Viven en cada piso demasiadas personas, las bandas pelean entre ellas y los que no tienen de qué trabajar dan el palo a los ciudadanos que se atreven a cruzarse por su camino.
A la hora de elegir dónde vivir, está claro que miro hacia el futuro, miro por el bien de mis futuros hijos y de mi pareja, y no quiero que crezcan en barrios así.
Comentarios
El mercado manda: sólo pueden vivir en el centro quienes ya tenían un piso o lo han heredado y a los que no les importa pagar un dineral por el m2.
Cuando una empresa tienen previsto crear un centro de trabajo debería pensar también, junto con el ayuntamiento de turno, en la vivienda de sus empleados. No tiene sentido adquirir un bloque de oficinas en pleno centro y luego que los empleados tengan que comerse una hora de stress y atascos para llegar al puesto de trabajo.
Ok, pero es una pena y todo debido a la mala gestión de los de siempre.
3# Por ahí van los tiros. Pero eso requiere vocación de servicio, no de lucro.
Y no es normal que esto ocurra? pensémoslo dos veces... normalmente lo que denominamos "el centro" es donde están las casas más antiguas, las cuales no apetece entrar a vivir a no ser que no tengas más remedio. Por eso mismo se está llenando de inmigrantes, y cuando digo llenando, lo digo en un sentido literal. Viven en cada piso demasiadas personas, las bandas pelean entre ellas y los que no tienen de qué trabajar dan el palo a los ciudadanos que se atreven a cruzarse por su camino.
A la hora de elegir dónde vivir, está claro que miro hacia el futuro, miro por el bien de mis futuros hijos y de mi pareja, y no quiero que crezcan en barrios así.