A menudo la realidad supera a la ficción. Esta es la historia de J.L.C. más conocido como Gabryel Polas, el hombre al que Renault no quiere vender sus coches. Este pucelano, vigilante nocturno de una fábrica de Renault, nunca imaginó que en tan solo unas semanas perdería su empleo y acabaría convertido en un fenómeno mediático.
#6 Bueno, sale en el anuncio es decir le han grabado con su consentimiento y lo mas probable es que sabia para que era, le habran pagado un dinero por ello y ya esta ahora podra comprarse un citroen si quiere.
#5 Es verdad, le han cambiado el nombre pero ahora yo sé su historia (de cómo la cagó en su anterior trabajo). No sé a lo mejor no es para tanto pero es que me parece mal que unos supercreativos no tengan más inspiración para vender un coche que la anécdota de cómo su vigilante jurado la lió parda.
Qué cabrones, no tienen bastante con despedirle. Seguro que si Gabriel empezase a contar las cosas que ha visto en la fábrica, no les haría ninguna gracia
Comentarios
¡¡pero si en el pie de foto pone que el que sale es un actor!!
Han cambiado el nombre y la imagen. Lo han hecho perfecto. Al menos mejor que los que comentan sin leer el artículo
#6 Bueno, sale en el anuncio es decir le han grabado con su consentimiento y lo mas probable es que sabia para que era, le habran pagado un dinero por ello y ya esta ahora podra comprarse un citroen si quiere.
#7 Efectivamente. Me da que el hombre se ha prestado a esto, así que no sé que tenemos que decir los demás...
#0 Deberías enlazar solo a la historia y no al blog entero. http://elviandanteherido.wordpress.com/2012/11/13/quien-es-gabryel-polas/
#4 No le nombran, le han cambiado el nombre. Ademas es la agencia publicitaria la que ha aprovechado la historia para hacer la campaña.
#5 Es verdad, le han cambiado el nombre pero ahora yo sé su historia (de cómo la cagó en su anterior trabajo). No sé a lo mejor no es para tanto pero es que me parece mal que unos supercreativos no tengan más inspiración para vender un coche que la anécdota de cómo su vigilante jurado la lió parda.
Qué cabrones, no tienen bastante con despedirle. Seguro que si Gabriel empezase a contar las cosas que ha visto en la fábrica, no les haría ninguna gracia
#2 Veintisiete lunas rotas, ocho vehículos calcinados y otros tantos con las puertas arrancadas de cuajo. Si estos no son motivos de despido...
#3 Sí, sí, yo también le hubiera despedido (y yo creo que es procedente) pero no hace falta que le nombres en un anuncio de difusión nacional.