Cada día es más fácil y barato poner un objeto en órbita. Esto es muy bueno para la ciencia y las comunicaciones, pero las consecuencias pueden ser nefastas para el futuro de la carrera espacial. A medida que aumenta el número de objetos que orbitan el planeta, también lo hace la basura espacial y las posibilidades de que alguno de esos trozos de basura termine impactando contra algún aparato que todavía se encuentre en servicio, creando más basura, en un efecto dominó al que se ha llamado “Síndrome de Kessler".
Comentarios
¿Qué opina Diógenes de todo esto?
Esto tiene facil solucion, en vez de mandar mierdecillas dispersas... mandamos un mierdon monumental que choque con todo lo que pille como una especie de escoba espacial.
MacGyver 2010: La última frontera.
Lo veo, en cada capítulo se construye un transbordador para escapar de los malos.
Creo que a partir de ahora todo objeto que se ponga en orbita deberia tener un dispositivo para hacerlo caer a tierra cuando ya no sea útil.
#1 Eso ya es obligatorio, especialmente en la órbita geostacionaria, pero en la desintegración y operación, no obstante, se producen residuos.