Hemos decidido enviar un buque de guerra español a proteger al convoy humanitario de la Flotilla de la Libertad, que pretende llevar ayuda humanitaria a Gaza. El buque la escoltará hasta unas cuantas millas de la zona de riesgo, esto es, de las aguas de Gaza. Allí se retirará y la dejará a su suerte, porque somos un gobierno responsable y no pensamos introducir un navío de la armada española en unas aguas que Israel ha declarado como territoriales de su país (aunque el Derecho Internacional no lo avala, pero con que Israel lo diga es suficiente).
El anterior párrafo resume el discurso del gobierno español entre el día en que decidió mandar el buque y hoy mismo, día en que el ministro de transición ecológica ha dejado claro que el buque español no entrará en aguas gazatíes y dejará a la Flotilla totalmente desamparada www.rtve.es/noticias/20251001/gobierno-pide-a-flotilla-no-se-ponga-rie La pregunta es obvia ¿Para qué narices mandáis un buque "en misión de protección de la Flotilla" si, cuando llega el momento de protegerla, lo retiráis, cosa que teníais pensada desde el primer día? ¿Qué sentido tiene que el buque navegue junto a ella cuando no hay peligro y la abandone cuando lo hay? La respuesta es obvia: un acto de propaganda barata que parte de la premisa de que los españoles somos idiotas y nos vamos a tragar que hay algo positivo en semejante patochada berlanguiana. Pero como no lo somos, asumimos que era más decente y honesto no haberla mandado desde un principio. Nos habríamos ahorrado el dinero en combustible, alimentos y personal que ha consumido durante la travesía y el resultado habría sido exactamente el mismo: la Flotilla se enfrentará sola a la armada israelí.
¿Qué relación tiene este esperpento con el plan de paz trumpista? Primeramente resumamos en qué consiste dicho plan. Gaza será sometida a una autoridad colonial comandada por un británico (Blair, el padre de la guerra de Irak y con ello del ISIS www.meneame.net/m/Siénteme/genocidio-cristianos-africa-como-excusa-ne ) y Trump. Todas las facciones de la resistencia serán desarmadas (Hamas, FPLP, Brigadas de los mártires de Al Aqsa...) y las nuevas autoridades coloniales tomarán el control absoluto de Gaza. En la práctica, Netanyahu gobernará Gaza a través de la autoridad colonial dirigida por sus dos mejores aliados.
La entrada de colonos israelíes bajo la protección de la autoridad colonial en Gaza está garantizada. Las medidas para "incentivar" la "salida voluntaria" de la población autóctona también. Gaza será una nueva Cisjordania, o incluso peor, pues si bien la corrupta Autoridad Nacional Palestina no mueve un dedo por defender a su gente, aquí son directamente los verdugos del pueblo palestino quienes mandan. Con una población desarmada y a su merced. La población cisjordana vive un infierno de razzias nazisionistas continuas contra los pueblos y aldeas palestinos para echar a la población, colonias ilegales que surgen cada día, ocupación casi total del territorio, tiroteos gratuitos contra la población civil, apartheid y, en definitiva, un plan orquestado para vaciarla de palestinos e inundarla de sionistas venidos de todo el mundo. Imaginad lo que le espera a Gaza. Insisto, en una situación de absoluta incapacidad de su población para afrontar esos crímenes, porque no tendrán armas. El "plan de paz" es la rendición de Palestina ante un Estado que le ha robado casi todo y pretende robarle todo.
Con estos mimbres, tienen razón los partidos como Sumar que, desde el gobierno, consideran infame e inaceptable el citado plan. Pero la alternativa que ahora mismo tienen los gazatíes es aceptarlo o ser exterminados. Podrán matar unos cuantos cientos de soldados israelíes, pero la derrota es segura. A no ser que Netanyahu inicie una guerra a gran escala contra Irán y éste, aparte de usar todos sus misiles para destruir los sitios militares israelíes, movilice a sus proxys para que se lancen con todo lo que tienen desde Líbano, Irak y Yemen. Ahí Gaza tendría una oportunidad. Pero no creo que Netanyahu sea tan estúpido.
Es por ello que los gobiernos del mundo, y singularmente los que dicen apoyar al pueblo palestino, tienen la obligación de hacer algo más que tomar medidas cosméticas. Reconocer al Estado palestino es, por desgracia y en las actuales circunstancias, una medida cosmética. Porque cuando Netanyahu dice "responderé a ese reconocimiento anexionándome toda Cisjordania" los gobiernos que lo han hecho no mandan tropas ni armas para evitarlo. Y el reconocimiento acaba beneficiando al gobierno nazisionista, pues le sirve como excusa para oprimir aún más a los cisjordanos. Lo mismo que el vergonzoso, patético y vomitivo envío del buque español para que se dé un paseo y vuelva. Marketing barato para ganar votos mientras se deja a su suerte al pueblo palestino.
El plan de paz de Trump es criminal y ha sido escrito por Netanyahu. Todos lo sabemos. Pero quien, desde una posición de poder, lo denuncie, tiene el deber moral de tomar medidas tangibles para dar un respiro, un rayo de esperanza, un alivio tangible a la población de Gaza. Para hacerles sentir que pueden seguir resistiendo sin rendirse. Porque solos no pueden. Y, del mismo modo que habría sido menos deshonesto no enviar el buque que mandarlo para hacer el paripé, es más honesto callar y no hacer nada, que verter lágrimas de cocodrilo pudiendo hacer algo mientras te quedas de brazos cruzados. Como dijo Petro, necesitamos una fuerza militar internacional que rompa el asedio del campo de exterminio de Gaza. Pero no tenemos gobernantes con la humanidad y la fe en los derechos humanos y el Derecho Internacional que se atrevan a formarla. En tal tesitura, a los gazatíes no les queda otra que rendirse a la autoridad colonial y esperar una lenta pero no menos abyecta deportación.
¿Es una lucha de clases?
Es una lucha de clases
¿Vamos perdiendo?
Vamos perdiendo
Si media España la adora,
si otra media la condena,
si Génova no la frena,
si ejerce de reina mora,
si lo que toca devora
como fiera sin domar.
Si lo suyo es gobernar
aunque la gente se muera.
Si más que persona es fiera
y si piensa como Aznar.
La frutera de Madrid,
es persona fruta o rata,
la frutera de Madrid
todo lo que toca, maltrata.
Si nadie quiere juzgar
más que posibles delitos,
desde jueces a peritos,
o los frailes del Paular.
Si miente en todo lugar,
ocasión y conferencia.
Si es tonta, niega la ciencia.
Y el toreo es su cultura
y Vaquerizo, figura
o modelo de conciencia.
La frutera de Madrid,
¿es persona, fruta o rata?
la frutera de Madrid,
todo lo que toca, maltrata.
Si carece de experiencia,
de cultura y formación,
si vive con la obsesión
de ocupar la presidencia,
a pesar de su carencia,
de España próximamente.
Si no respeta a la gente
que no piensa como ella.
Si prefiere la querella
al acuerdo y el entente.
La frutera de Madrid,
¿es persona, fruta o rata?
La frutera de Madrid,
todo lo que toca maltrata.
Si sabemos que nos miente
y atropella la verdad.
Si falsea y es capaz
de negarnos lo evidente.
Si el ciudadano es un cliente
y como tal lo maltrata.
Si es descarada e ingrata.
Si confunde fruta y puta.
Si goza con la disputa.
¿Es persona, fruta o rata?"
Contemplad. El cadáver en descomposición de la podredumbre estadounidense metido en un traje que no le queda bien: la sordidez de un estafador, la cobardía de un desertor, la glotonería de un parásito, el racismo de un miembro del Ku Klux Klan, el sexismo de un pervertido de callejón, la ignorancia de un borracho de bar y la avaricia de un demonio de los fondos de cobertura, todo ello pintado con spray naranja y exhibido como un cerdo premiado en una feria del condado. No es un presidente. Ni siquiera es un hombre. Solo la destilación enfermiza de todo lo que este país jura que no es, pero que siempre ha sido: arrogancia disfrazada de excepcionalismo, estupidez disfrazada de sentido común, crueldad vendida como dureza, codicia exaltada como ambición y corrupción adorada como un evangelio. Es la sombra de Estados Unidos hecha carne, un ídolo de calabaza podrida que demuestra que cuando una nación se arrodilla ante el dinero, el poder y el rencor, no solo pierde su alma, sino que caga esta obscenidad hinchada y la llama líder.
Me ha extrañado no verlo en ningún medio, pero hace pocas semanas la Sala de lo Social del TSJ de Madrid dictó la sentencia que podéis leer aquí www.poderjudicial.es/search/AN/openDocument/df3e529c854f7a18a0a8778d75 y que, desestimando el recurso de suplicación de Sergio Gregori, confirma la sentencia del Juzgado Social madrileño que desestimó su demanda contra Canal Red en la que instaba la extinción indemnizada de la relación laboral que les unía por grave incumplimiento empresarial (acoso laboral en este caso) ex art. 50 del Estatuto de los Trabajadores.
Básicamente, Sergio Gregori pedía que se declarase que había sufrido acoso laboral por parte de la dirección de la empresa (Pablo Iglesias, socio y administrador único de la misma) y por tal causa pedía que se declarara extinguida su relación laboral, con derecho a prestación por desempleo, cobro de indemnización por despido de 33 días de salario por año trabajado (y no sé si también pediría indemnización por daño moral, yo siempre lo hacía con mis clientes). El art. 50.1 c) del Estatuto de los Trabajadores habilita dicha extinción a instancia del trabajador cuando se pruebe que el empresario le ha sometido a un trato denigrante (puede ser acoso laboral, sexual...).
Como me he tirado 12 años redactando recursos de este tipo, me permito comentaros brevemente la sentencia:
Empecemos por los hechos probados. Son la clave en este tipo de casos. Nunca debes poner una demanda de acoso laboral si no tienes pruebas concluyentes de que el empresario te está humillando para hundirte moralmente. Pueden ser, entre otras cosas, insultos, órdenes al resto de compañeros para que no hablen contigo o condiciones de trabajo degradantes (forzarte a hacer funciones por debajo de tu categoría profesional para hacer ver que eres un inútil, o ponerte a trabajar en un cuartucho sin ventana mientras tus compañeros tienen despachos normales...). Probar esto suele ser difícil. Yo siempre recomendaba grabar conversaciones sin que el jefe lo sepa, reprochándole tales conductas para que reconociese su imposición y, además, que estaban motivadas por un ánimo malicioso. También sirven whatsapp, testigos...pero son pruebas menos fiables porque la gente no suele decir cosas comprometidas por ahí y los testigos pueden sufrir presiones. Y, por supuesto, si estás mal psicológicamente debes pedirte la baja para acreditar el daño moral que estás padeciendo y justificar la indemnización que pides al respecto (aunque hay otro criterio objetivo, el del importe de las sanciones que la LISOS impone por acoso laboral, que los jueces suelen acoger para calcular estas indemnizaciones).
Pues bien, Sergio no consiguió probar prácticamente nada. En los hechos probados (páginas 2 y 3 de la sentencia) solamente consta que era Director de Producción, que dirigía El Tablero, que Iglesias le redujo el número de días de presentación de El Tablero (ya sabéis que era su presentador) y Gregori dijo públicamente que le parecía bien, que posteriormente dejó de presentar el programa y pasó a ejercer funciones de redactor, que grabó diversas conversaciones cuyo contenido no debe de ser muy revelador porque la jueza no lo menciona, que habló por telegram con Iglesias sobre cuestiones profesionales, que le echaron de un chat de trabajo llamado "Equipo Canal Red" y le suprimieron una cuenta de correo en fecha desconocida, que le pusieron a parir desde cuentas de twitter hooligans de Podemos, que en enero de 2024 dijo a una compañera que quería que le despidieran y que está en una larga baja médica por temas psicológicos, calificada como enfermedad común y no como accidente laboral.
Estos hechos son insuficientes para acreditar un acoso laboral. Únicamente la reducción de funciones (le ponen de redactor teniendo la categoría profesional de Director de Producción) tiene cierta enjundia, y creo que le habría permitido extinguir su relación laboral por modificación sustancial de las condiciones de trabajo, con derecho a paro y una indemnización de 20 días de salario por año trabajado. Pero para acreditar que es acoso hacen falta otros hechos adicionales que evidencien que Iglesias no le quitó de El Tablero por pérdida de confianza en su labor profesional o una redistribución legítima de funciones entre la plantilla, sino por una animadversión personal. Y ninguno de los hechos acreditados lo corrobora (aunque se pueda pensar que los hooligans tuiteros de Podemos atacan a quien manda la dirección del partido, si se quiere esgrimir tal dato en un juzgado hay que probarlo sin género de duda).
Precisamente por esa insuficiencia de hechos probados, Gregori pide en su recurso de suplicación añadir otros nuevos. Esto es muy complicado, y los TSJ sólo lo admiten cuando la redacción fáctica propuesta se basa en pruebas absolutamente incontrovertidas y trascendentes para resolver el litigio. Gregori pide en las páginas 3 a 5 las siguientes modificaciones: 1) que se añada un hecho que diga que los medios de comunicación publicaron noticias de que Iglesias le echó de El Tablero por criticar la falta de pluralidad del medio. Se lo rechazan por intrascendente. 2) que se añada otro hecho que diga que Iglesias felicitó públicamente a todos los empleados pero a él no. Se lo rechazan por intrascendente. 3) Que, aparte de los hooligans tuiteros de Podemos, diversos empleados y colaboradores de Canal Red le pusieron a parir incluso en comentarios que le dejaban colgados en sus redes sociales. Se lo rechazan por no basarse en pruebas concluyentes y ser susceptible de diversas interpretaciones.
Con estos mimbres, y manteniéndose inalterados los hechos probados, el TSJ considera acreditado que existían tensiones y conflictos en Canal Red, pero no una estrategia orquestada por Iglesias para hundir moralmente a Gregori a base de vejaciones laborales. Por ello no aprecia el acoso y desestima el recurso.
Ahora Gregori puede poner un recurso de casación para la unificación de doctrina en el Tribunal Supremo. Su viabilidad es absolutamente nula, pues exige aportar una sentencia de contraste donde un TSJ o el TS, con los mismos hechos probados, haya alcanzado una solución diferente. Evidentemente, en este caso, con unos hechos probados insuficientes para demostrar el acoso, el recurso es inviable. Ahora, cuando acabe su baja médica, Gregori tendrá que reincorporarse en Canal Red (o pedir la baja voluntaria sin derecho a paro), pues sigue siendo su empleado.
“El problema con el mundo es que la gente inteligente está llena de dudas, mientras que la gente estúpida está llena de certezas.” (Charles Bukowski.)
menéame