Los toros han pasado a depender del Ministerio de Cultura y han dicho adiós al de Interior, al que han pertenecido desde sus orígenes. Así lo decidió ayer el Consejo de Ministros, que dio carta de naturaleza a la promesa que el pasado mes de octubre hizo Alfredo Pérez Rubalcaba a una comisión de toreros.
Es que ya me dirás qué pinta Interior en los toros, cuando por naturaleza es cultura.*
*Os guste o no, que por ejemplo a mi no me gusta, pero es cultura de España y precisamente por eso es difícil hacer ver a la gente la barbaridad que es.
si no estuviera Sinde seria fantástico, pero esta seguro que lía algo.
Y a los que le llamáis tortura, seguro que mas de uno tenéis algún animal enjaulado en casa fuera de su entorno natural y coméis foie.
Solo veis la tortura donde os señalan?
Personalmente creo que hay que proteger el toreo por encima de falsos ideales políticos aprovechando tirones puntuales
de movimientos sociales, como es en este caso el ecologismo, que esta muy bien, pero no para hacer política.
Tampoco me gustan los toros, pero mucho menos la prohibición.
#5 Comer "foie" como tú dices es un acto de supervivencia... Y no me vengas con las chorradas de hazte vegetariano. Una cosa es matar para comer, en un matadero, y otra bien distinta es matar en un ruedo, rodeado de miles de mentes enfermas jaleando mientras se tortura a un animal hasta la muerte. Es lo de siempre, la sangre vende, y en este país, solo con los toros tenemos para rato. Y no, eso no es cultura, es todo lo contrario, la cultura aporta algo, y los toros, no aportan nada. Bueno más bien las corridas, los toros si aportan.
#5 En el sentido antropológico la tauromaquia es cultura, como lo es la ablación del clítoris para otras culturas.
En el sentido sociológico contemporáneo, para la mayoría de las personas que forman parte de la sociedad española, la tauromaquia es una tortura consentida a un animal indefenso para divertimento público, y por tanto, no calificable como cultura, como tampoco lo es la práctica tradicional de la ablación del clítoris que forma parte de otras culturas.
Y dado que en ambos casos se practica a seres indefensos de los que socialmente se acepta que no pueden expresar su disconformidad --en el primero el toro, en el segundo la niña--, en ambos casos se hace imprescindible la regularización mediante la prohibición, al persistir en la sociedad grupos de personas que consideran tales prácticas necesarias de continuidad y protección.
Comentarios
Ahora más que nunca: ¡LA TORTURA NO ES CULTURA!
Es que ya me dirás qué pinta Interior en los toros, cuando por naturaleza es cultura.*
*Os guste o no, que por ejemplo a mi no me gusta, pero es cultura de España y precisamente por eso es difícil hacer ver a la gente la barbaridad que es.
#2 ni cultura ni pollas. Simplemente es una salvajada.
No te jode! ahora el mérito va a ser del Rubalcabra ese, lo que inventa la propaganda socialsta!
si no estuviera Sinde seria fantástico, pero esta seguro que lía algo.
Y a los que le llamáis tortura, seguro que mas de uno tenéis algún animal enjaulado en casa fuera de su entorno natural y coméis foie.
Solo veis la tortura donde os señalan?
Personalmente creo que hay que proteger el toreo por encima de falsos ideales políticos aprovechando tirones puntuales
de movimientos sociales, como es en este caso el ecologismo, que esta muy bien, pero no para hacer política.
Tampoco me gustan los toros, pero mucho menos la prohibición.
#5 Comer "foie" como tú dices es un acto de supervivencia... Y no me vengas con las chorradas de hazte vegetariano. Una cosa es matar para comer, en un matadero, y otra bien distinta es matar en un ruedo, rodeado de miles de mentes enfermas jaleando mientras se tortura a un animal hasta la muerte. Es lo de siempre, la sangre vende, y en este país, solo con los toros tenemos para rato. Y no, eso no es cultura, es todo lo contrario, la cultura aporta algo, y los toros, no aportan nada. Bueno más bien las corridas, los toros si aportan.
#5 En el sentido antropológico la tauromaquia es cultura, como lo es la ablación del clítoris para otras culturas.
En el sentido sociológico contemporáneo, para la mayoría de las personas que forman parte de la sociedad española, la tauromaquia es una tortura consentida a un animal indefenso para divertimento público, y por tanto, no calificable como cultura, como tampoco lo es la práctica tradicional de la ablación del clítoris que forma parte de otras culturas.
Y dado que en ambos casos se practica a seres indefensos de los que socialmente se acepta que no pueden expresar su disconformidad --en el primero el toro, en el segundo la niña--, en ambos casos se hace imprescindible la regularización mediante la prohibición, al persistir en la sociedad grupos de personas que consideran tales prácticas necesarias de continuidad y protección.