Publicado hace 13 años por fedeluppi a silencioseescribe.blogspot.com

Un día te levantas por la mañana y hay una bola que tiene tu nombre. Y esa bola rueda durante un par de años para colocarte en un pisito en un barrio dormitorio de las afueras de Vitoria. Lo primero que sentí cuando conocí la noticia, fue una gran bola en mi estomago. Mi vida de pájaro libre sin ataduras se iba a esfumar. Pero con el tiempo vi, que era la forma mas sencilla de saltar del nido familiar a una bonita caseta de pájaro prefabricada de madera con su agujerito circular en la puerta y el logo del estado en el techo.