Hace 14 años | Por DrPolletico a publico.es
Publicado hace 14 años por DrPolletico a publico.es

La crisis económica actual y la pérdida de autoridad de la política ante los poderes financieros han acentuado el descrédito de los partidos tradicionales. Resulta lógico que una situación empantanada, en la que sólo brilla el parpadeo oscuro de la corrupción y la demagogia sectaria en las discusiones sobre la justicia, los impuestos o las relaciones internacionales, llegue a cansar a los ciudadanos. Nada más necesario que un deseo de renovación democrática.

Comentarios

Esteban_Rosador

Era difícil, pero Público ha conseguido mejorar aún más su plantilla. Enhorabuena.

D

#5 /ironic

Catacroc

Normalmente despues de una fase de descredito como la actual suele venir una fase de fascismo y despues ya la renovacion democratica.

PepeMiaja

Muy buen resumen. A mis favoritos va.

Relacionada: http://www.publico.es/276129/peces/barba/rosa/diez/oportunista/disfruto/trabajando/pnv/loca

A ver cuánto tarda la mafia de sus fanboys en intentar censurar el meneo con negativos surrealistas.

D

Empieza bien pero luego se convierte en un artículo que parece escrito únicamente para escarnio de Rosa Díez, y por extensión de su partido, de lo cual no pone nada en la entradilla. ¿Animadversión personal del articulista o es una orden de partido para ir eliminando competencia?

bonobeando

O sea, que ahora García Montero aparece en Público para contarnos que, aunque no lo sepamos, Rosa Díez es la Lerroux de la democracia española... Me parece más que penoso. Más allá de las simpatías que pueda provocar el proyecto político de UPyD, identificar a este partido con el fascismo, sin más argumento que las opiniones previamente creadas al jaleo de Público, indica la pobreza intelectual del articulista. Ante la falta de ideas frente al adversario político, ante el miedo a quien cuestione el status quo, siempre queda el calificativo de "fascita", como etiqueta mediante la que se condena al que piensa diferente, ante la falta de argumentos particulares y efectivos.