Publicado hace 14 años por MycroftHolmes a vicisitudysordidez.blogspot.com

Cuando una carrera te empuja a arrancar un post con el ya clásico “¡Invítennos a unas cañas!” uno debería estar feliz por que eso suele ser garantía de apoteosis de F1 tanto garrula como canónica. Sin embargo, es una pena que, al final de esa caña, te tragues el submarino que había al final del vaso: una victoria del Mierda como colofón a una carrera maggggnífica es como tragarte un mejillón con escabeche que el cabrón de al lado te hubiese esputado previamente dentro de la caña.