(...) Días después de llevar a mi hija por la senda del mal, leí en prensa una entrevista con un experto. La leí porque el experto lideraba un comité de ocho miembros que trabaja aún hoy en encontrar la manera de que los niños salgan de sus casas. Con los perros no hizo falta ningún comité, bastó con el sentido común. Con los niños, queda una semana antes de que ocho expertos, pediatras, entiendo, den con la fórmula para esa compleja operación según la cual un padre toma de la mano a su hijo y lo lleva a dar una vuelta a la manzana.
Comentarios
Eso, dando ejemplo.
#5 Yo soy más malote, subo a los crios 30 min en la terraza de la comunidad. Por lo menos les da un poco el sol. Aunque he subido 2 veces. Aquí en Valencia desde el confinamiento hay más días de lluvia que de Sol. Y parece mentira.
¡Vivir al límite!
#2 que vivir al límite sea bajar con tu hija a la calle durante 15 minutos, dice mucho del estado policial en el que estamos viviendo
#11 me volviste a ganar
#9 por la mano
#10 No lo puedo evitar, es oír hablar de "romper la ley" y me viene la tonada a la cabeza. Lo malo es que inmediatamente después se me transforma en esta:
¿Romper la ley?
Quebrantar se dice QUEBRANTAR.
Qué malota, Bonnie Parker.
Ojalá servicios sociales haciéndole preguntas a la gente que pone en riesgo a sus hijos, familiares y vecinos. A más de uno se le quitaba la gilipollez pseudoadolescente de golpe.