(...) Me refiero al libro Go Ask Alice, que se publicó en junio de 1972 con el título Pregúntale a Alicia (Diario íntimo de una joven drogada), y que en tan solo un año agotó once ediciones. El caso es que, según refleja en el propio diario, la tal Alicia –en apenas un año– había llegado a consumir una increíble variedad –en cantidades nunca precisadas– de drogas psicoactivas: LSD, speed (traducido por rápido en la versión española), somníferos, tranquilizantes, excitantes, estimulantes, dexedrinas, DMT, mescalina, hachís y, finalmente, heroína
Comentarios
Fue un libro popular a primeros de los setenta, no es un diario auténtico, es una novela en forma de diario, bastante floja y sensacionalista por cierto.
¿qué muchacho prefiere una advertencia, y quedarse con las dudas, a la certeza que confiere la experiencia?
¿qué muchacho prefiere una advertencia, y quedarse con las dudas, a la certeza que confiere tirarse uno por un balcón y tirarse él después?
Me ocupé de las andanzas de la hija de Utah en este artículo.
«la segunda obra de Sparks causó bastante revuelo, pues los padres de Alden Niel Barrett, un adolescente que se había suicidado a los 17 años por una grave depresión, acusaron a la misionera mormona de haberles engatusado para hacerse con el diario de su hijo, de incluir en el libro unas pocas entradas de éste y de rellenar el resto con fragmentos de diarios de otros jóvenes (según la misionera) o con invenciones (según los Barrett), pues no había en el diario de Alden la menor referencia a lo oculto o lo demoníaco. Las consecuencias de la maniobra de Sparks fueron nefastas. Los vecinos de la localidad donde vivía el adolescente dieron crédito a lo publicado en el libro y su tumba fue profanada en varias ocasiones, llegando en una de ellas a robar la lápida; los Barrett se vieron obligados a mudarse a otra ciudad y finalmente se divorciaron, es decir que al dolor por la pérdida de su hijo se vinieron a sumar estos otros quebrantos. Nada de esto pareció afectar a la escritora, que se mantuvo en sus trece y siguió publicando falsos diarios hasta un total de ocho, todos ellos del mismo tipo que los citados y aliñados con toda suerte de truculencias: embarazos juveniles, violaciones, SIDA, chicos de la calle, más drogas, etc. Ninguno de ellos se acercó remotamente al éxito de Pregúntale a Alicia, pero Sparks parecía tan adicta a escribirlos como la protagonista de su debut al speed y la marihuana.»
http://85.159.211.236/articulos/el-pais-de-la-moralina