Las autoridades de Pekín, sus enemigas juradas, parecen tenerlo claro. “La reencarnación de los budas vivientes, incluido el Dalái Lama, debe cumplir con las leyes y regulaciones chinas y seguir los rituales religiosos y convenciones históricas”, aseguró Lu Kang, portavoz del Ministerio de Exteriores, el día en el que se produjo el ingreso en el hospital. O lo que es lo mismo, que el nuevo dirigente espiritual debe contar con su beneplácito y aprobación, una postura fijada hace años para garantizarse la elección de alguien afín a sus intereses.
Comentarios
¿No es inimputable? Les llevamos años de ventaja.
Reencarnarse ya no es lo que era.
#5 Es que a ver si nos vamos a creer que uno se puede ir reencarnando por ahí como le dé la gana.
Las cosas o se hacen bien o no se hacen.
#6 Leyendo tu comentario me surge una duda.
Si dejo la herencia a un reencarnado mío, ¿paga impuesto de sucesiones?
Lo que quieren es ponerle una chapita que ponga: "Made in China"
China quiere que la reencarnación del Dalái Lama cumpla las leyes...o tratarán con la próxima reencarnación.
Esto.................
Pero podrá usar Fairy?
Puede re-encarnarse en el nieto del dirigente chino y cambiar las cosas. Es una amenaza amarilla,