El fabricante de coches italianos Ferrari se encuentra en una pelea muy desagradable con alguien que, en el mundo de negocios, supuestamente es sagrado: un cliente. Se trata del diseñador alemán Philipp Plein, un amante de los coches de Ferrari. La pelea se centra en las fotos que Plein ha subido de su propio Ferrari a Instagram, fotos que el fabricante ha clasificado como muy desagradables.
#3#5 Incluso el nombre Ferrari está pintado de verde. Lógico que le pidan quitar las fotos, que cualquiera puede pensar está queriendo asociar su marca a Ferrari. El vídeo de la chica es bastante chabacano, más propio del usuario de un BMW de cuarta mano con todo tipo de horteradas. Está claro que tener dinero no está reñido con el mal gusto.
#6 No se trata de buen o mal gusto, se trata de que ha comprado un coche, y hace con el lo que le da la gana. Como si lo pinta de rosa chicle, o lo estampa contra un muro.
Le están diciendo amablemente que deje de comprar Ferraris y se pase a Lamborguini, que van más con su (falta de) gusto y su amor por las aberraciones estéticas y los colores fosforitos
Comentarios
SPOILER: Salen las Kempe Villacampa.
Como si me compro uno, lo pinto de marrón, me cago encima y saco fotos. Quien cojones son ellos para decir nada.
#3 está usando la marca y el logotipo de Ferrari con motivos publicitarios (de dudoso gusto). Es perfectamente razonable lo que le exige la marca.
Tú puedes comprarte el coche que quieras pero no usarlo como reclamo publicitario dañando a la marca.
#3 #5 Incluso el nombre Ferrari está pintado de verde. Lógico que le pidan quitar las fotos, que cualquiera puede pensar está queriendo asociar su marca a Ferrari. El vídeo de la chica es bastante chabacano, más propio del usuario de un BMW de cuarta mano con todo tipo de horteradas. Está claro que tener dinero no está reñido con el mal gusto.
#6 No se trata de buen o mal gusto, se trata de que ha comprado un coche, y hace con el lo que le da la gana. Como si lo pinta de rosa chicle, o lo estampa contra un muro.
Le están diciendo amablemente que deje de comprar Ferraris y se pase a Lamborguini, que van más con su (falta de) gusto y su amor por las aberraciones estéticas y los colores fosforitos
Las fotos de un hijo. Son sagradas.