Fue hace 16 años, pero a su madre le pareció tan hilarante la actitud de su hijo al hacerse esta foto que la recupera cada Navidad en sus redes sociales. Se desconoce si a Samuel, que actualmente tiene 17 años, le hace tanta gracia. Al ver la instantánea se percató de que Samuel estaba pidiendo "ayuda" mediante lenguaje de signos, pues ella le había enseñado a hacer algunos gestos para que pudiera comunicarse antes de aprender a hablar.
Pues por repetición, claro. En realidad sin darte cuenta sabes hacerlo, ¿o no mueves la mano al decir adiós? Es exactamente lo mismo, y además puedes inventar tus propios gestos porque es un lenguaje que vas a utilizar tú y el bebé unos pocos meses, después los va a olvidar.
El primer signo de mi hija fue “más” pero yo no lo entendí porque no coordinaba bien sus manos, me di cuenta un día que lo estaba haciendo mientras le hacíamos reír, tenía 9 meses. Ese día caí en que llevaba tres semanas haciendo el movimiento sin que yo lo identificara. A partir de ahí le empecé a enseñar más y para los 18 meses tenía un vocabulario de unos 30 signos (gato, pájaro, perro, más, duele, lluvia…). Pero entonces pudo pronunciar “perro” y se acabaron los signos.
Lo mejor era que si se hacía daño tenía un momento inicial de llanto, pero segundos después acertaba a hacer el signo y se calmaba sola, solo necesitaba expresarlo. Mi hija ha crecido prácticamente sin llorar y sin rabietas, y no me cabe la menor duda de que aprender desde bebé a buscar una forma de expresar de alguna forma sus frustraciones o su dolor ha contribuido enormemente a ello.
La etapa de signos fue fugaz pero influyó enormemente en nuestras vidas. Es una pena que no se fomente y que la gente ignore sus beneficios. A mí me decían que la iba a liar o que no iba a aprender a hablar, cuando los hijos de padres sordos aprenden a hacer signos y a hablar siempre que estén expuestos a ello.
#7 creo que he contestado a tu pregunta. A mi bebé la podías meter hasta en un teatro sin que molestara a nadie.
#10 Lo que nos cuentas pone de relieve varias cosas:
1.- Cosas emocionantes: Como que la iniciativa de ‘enseñar’ no necesariamente parte del adulto, sino que el más interesado en establecer un canal de comunicación temprano es el propio bebé.
Con lo cual los adultos simplemente hemos de estar más observadores, más atentos y más proactivos para dar sentido y contribuir a enriquecer dicho canal. Un canal que vendría a ser el ‘pre-escolar’ o la ‘primera piedra’ de futuros canales y lenguajes más complejos.
2.- Cosas lamentables: Como que buena parte de los adultos tendemos a infravalorar las capacidades cognitivas y las necesidades y capacidades expresivas de los bebés.
Auto-convenciéndonos y auto-engañándonos a nosotros mismos, (diciéndonos que: “ya aprenderán por sí solos”, “les vamos a liar”, o “su cerebro aún no comprende nada”)*
Y con dicho auto-engaño y menosprecio les estamos haciendo algo terrible: les estamos condenando al ostracismo intelectual durante sus primeros meses o año/s. Les estamos tratando como a simples vegetales que aún no merecen nuestra plena atención. Les estamos privando (o robando) de un tiempo precioso en el que ya pueden ir comunicándose e interactuando con otros seres (supuestamente) ‘inteligentes’, aprendiendo y mejorando día a día, tanto en la comunicación como en la autogestión de sus emociones. De tal manera que ellos (los bebés) ya no se sientan como un cero a la izquierda a quien nadie entiende ni hace caso, sino como alguien que se siente ‘escuchado y entendido’, y plenamente integrado en la ‘tribu’ familiar.
Una vez alcanzado ese primitivo ‘salto intelectual’ o punto de entendimiento entre las partes, el cavernícola acto de ‘berrear’ carecerá por completo de sentido para el propio bebé.
Ya no hay vuelta atrás. Ya no se puede desaprender lo aprendido. Sólo queda mejorar y seguir aprendiendo y descubriendo.
--- --- ---
* Como cuando mi madre se enojaba con migo por enseñarle ajedrez a mi sobrina, (al pensar, mi madre, que eso poco menos que le haría explotar la cabeza a la niña).
Y sin embargo fue la propia chiquilla la que descubrió un día el tablero y las fichas en un rincón; y fue ella misma quien acudió a mí para que le enseñase a jugar. Y para mi propia sorpresa, se aprendió la ubicación de salida y los movimientos de cada pieza con sólo explicárselos una única vez.
Y pocas semanas después, mi hermana me contaba que mientras estaban de vacaciones, mi sobrina jugaba al ajedrez con una niña de padres alemanes alojados en el mismo hotel. Ninguna de las dos sabía hablar el idioma de la otra … pero se hicieron amigas y jugaban al ajedrez entre chapuzón y chapuzón en la piscina.
#10 Lo que cuentas me ha recordado el caso del bebé de una conocida. En un determinado momento se dieron cuenta de que antes de hacer caca hacía un determinado gesto. Y te quedabas un poco flipada viendo como un bebé tan canijillo que ni andaba ya les avisaba con tiempo como para poder ponerlo en el váter y no manchar el pañal. Luego leí que no es que fuese un bebé "superdotado", sino que el acto de hacer caca es una situación en la que los bebés (que vienen con el mismo chip instintivo que cuando nacían en la cavernas) se sienten vulnerables y buscan el amparo de un adulto cerca. Será que tienen miedo de que un bicho les pique el culo o se los coma
Vamos, un poco en línea con lo que dice #11, vienen de serie con la necesidad de tener un adulto cerca para hacer caca, pero como somos incapaces de entender su comunicación no verbal, ignoramos sus señales y los acostumbramos a hacerlo solos en el pañal. Y luego cuando son más mayores nos volvemos locos y los volvemos locos a ellos cuando queremos que aprendan (o reaprendan) a avisarnos para poder quitarles el pañal
La verdad es que el mundo de los bebés es fascinante. Todavía tenemos muchos prejuicios sobre sus capacidades simplemente porque no saben todavía exteriorizar las cosas de forma que los comprendamos.
#12 A ver, lo de quitar el pañal es como todo con los niños, unos avisan antes que otros. En las cavernas te daba igual, pero en el siglo XXI no te puedes permitir el lujo de fallar en el sofá de la suegra (o sí).
Efectivamente los bebés saben mucho más de lo que pensamos, el problema es que no pueden contarlo. Que mi hija pudiera comunicarse me abrió una pequeña ventana a su mundo que fue alucinante, vi que era capaz de identificar el viento por la ventana o saber que lo que veía en un vídeo era un bebé amamantándose. Iba más allá de distinguir un perro de un gato.
#12 Las razones por las cuales muchas sociedades fueron perdiendo ese ancestral y valioso lenguaje no verbal seguro que darían para varios trabajos de sociología o antropología; pero supongo que tendrá mucho que ver con una mezcla de 'urbanidad' o 'progreso' mal entendidos, ley del mínimo esfuerzo (aunque al final te acabas esforzando el doble en cambiar pañales), y menosprecio generalizado de los adultos hacia los bebés (en el sentido de no considerarlos aún como 'personas').
Sin embargo aún quedan (¿unas pocas?) sociedades en las que no se ha perdido del todo esa simbiosis primigenia entre adultos y bebés. Por ejemplo, me viene a la cabeza algo que contaronJabiertzo y Lele en uno de sus vídeos sobre China:
Si no recuerdo mal, decían que en muchos pueblos aún es costumbre extendida que a los bebés y a los niños pequeños se les lleve en todo lugar y momento con prendas de vestir que les dejan el culo al aire (o facilmente accesible), de tal manera que en cuanto manifiestan la necesidad de evacuar, sus padres simplemente les mantienen en el aire sobre la alcantarilla más próxima o directamente sobre la calle, mientras el bebé suelta la carga que lleva dentro.
También contaban que esa costumbre está mal vista en las ciudades más modernas, pero que en los pueblos y zonas rurales es aceptada y tolerada, ya que se entiende que lo más prioritario es atender la imperiosa necesidad del niño.
Intentaré buscar el enlace a dicho vídeo (cuando pueda).
#5 pregunto, con todo el desconocimiento y curiosidad: ¿y qué proceso se sigue para enseñarle los signos al niño? Entiendo que algún tipo de repetición del signo y acción... Tiene que molar mucho, la verdad.
#6 No soy ningún experto, pero tiene toda la lógica del mundo que a esas edades resulte más fácil (y más preciso) comunicarse con signos (iconos visuales) antes que con la palabra.
Asimilar la complejidad, los matices fonéticos y el significado de las palabras (sonidos) que llegan a oídos del bebé es un proceso que lleva su tiempo. Y por otro lado, el bebé aún no tiene desarolladas o entrenadas las cuerdas vocales, y comprender y producir sonidos (palabras) que resulten entendibles para los adultos le llevará aún más tiempo.
En cambio, el simple gesto de llevarte las llemas de los dedos unidas hacia la boca abierta (haciendo el ademán de comer) constituye un mensaje claro e inequívoco que ambas partes pueden comprender y comenzar a usar casi de inmediato. Y así con una infinidad de otros signos básicos, y no tan básicos.
--- --- ---
P.D.: Recuerdo que las dos primeras palabras que mi sobrina aprendió y comenzó a usar con frecuencia fueron:
- "¡Agua, agua!". (Elemento imprescindible para la vida).
- "¡Más, más!". (Aplicable a cualquier cosa. Comestible o no comestible).
Comentarios
#8 #17
Pues por repetición, claro. En realidad sin darte cuenta sabes hacerlo, ¿o no mueves la mano al decir adiós? Es exactamente lo mismo, y además puedes inventar tus propios gestos porque es un lenguaje que vas a utilizar tú y el bebé unos pocos meses, después los va a olvidar.
El primer signo de mi hija fue “más” pero yo no lo entendí porque no coordinaba bien sus manos, me di cuenta un día que lo estaba haciendo mientras le hacíamos reír, tenía 9 meses. Ese día caí en que llevaba tres semanas haciendo el movimiento sin que yo lo identificara. A partir de ahí le empecé a enseñar más y para los 18 meses tenía un vocabulario de unos 30 signos (gato, pájaro, perro, más, duele, lluvia…). Pero entonces pudo pronunciar “perro” y se acabaron los signos.
Lo mejor era que si se hacía daño tenía un momento inicial de llanto, pero segundos después acertaba a hacer el signo y se calmaba sola, solo necesitaba expresarlo. Mi hija ha crecido prácticamente sin llorar y sin rabietas, y no me cabe la menor duda de que aprender desde bebé a buscar una forma de expresar de alguna forma sus frustraciones o su dolor ha contribuido enormemente a ello.
La etapa de signos fue fugaz pero influyó enormemente en nuestras vidas. Es una pena que no se fomente y que la gente ignore sus beneficios. A mí me decían que la iba a liar o que no iba a aprender a hablar, cuando los hijos de padres sordos aprenden a hacer signos y a hablar siempre que estén expuestos a ello.
#7 creo que he contestado a tu pregunta. A mi bebé la podías meter hasta en un teatro sin que molestara a nadie.
#10 Lo que nos cuentas pone de relieve varias cosas:
1.- Cosas emocionantes: Como que la iniciativa de ‘enseñar’ no necesariamente parte del adulto, sino que el más interesado en establecer un canal de comunicación temprano es el propio bebé.
Con lo cual los adultos simplemente hemos de estar más observadores, más atentos y más proactivos para dar sentido y contribuir a enriquecer dicho canal. Un canal que vendría a ser el ‘pre-escolar’ o la ‘primera piedra’ de futuros canales y lenguajes más complejos.
2.- Cosas lamentables: Como que buena parte de los adultos tendemos a infravalorar las capacidades cognitivas y las necesidades y capacidades expresivas de los bebés.
Auto-convenciéndonos y auto-engañándonos a nosotros mismos, (diciéndonos que: “ya aprenderán por sí solos”, “les vamos a liar”, o “su cerebro aún no comprende nada”)*
Y con dicho auto-engaño y menosprecio les estamos haciendo algo terrible: les estamos condenando al ostracismo intelectual durante sus primeros meses o año/s. Les estamos tratando como a simples vegetales que aún no merecen nuestra plena atención. Les estamos privando (o robando) de un tiempo precioso en el que ya pueden ir comunicándose e interactuando con otros seres (supuestamente) ‘inteligentes’, aprendiendo y mejorando día a día, tanto en la comunicación como en la autogestión de sus emociones. De tal manera que ellos (los bebés) ya no se sientan como un cero a la izquierda a quien nadie entiende ni hace caso, sino como alguien que se siente ‘escuchado y entendido’, y plenamente integrado en la ‘tribu’ familiar.
Una vez alcanzado ese primitivo ‘salto intelectual’ o punto de entendimiento entre las partes, el cavernícola acto de ‘berrear’ carecerá por completo de sentido para el propio bebé.
Ya no hay vuelta atrás. Ya no se puede desaprender lo aprendido. Sólo queda mejorar y seguir aprendiendo y descubriendo.
--- --- ---
* Como cuando mi madre se enojaba con migo por enseñarle ajedrez a mi sobrina, (al pensar, mi madre, que eso poco menos que le haría explotar la cabeza a la niña).
Y sin embargo fue la propia chiquilla la que descubrió un día el tablero y las fichas en un rincón; y fue ella misma quien acudió a mí para que le enseñase a jugar. Y para mi propia sorpresa, se aprendió la ubicación de salida y los movimientos de cada pieza con sólo explicárselos una única vez.
Y pocas semanas después, mi hermana me contaba que mientras estaban de vacaciones, mi sobrina jugaba al ajedrez con una niña de padres alemanes alojados en el mismo hotel. Ninguna de las dos sabía hablar el idioma de la otra … pero se hicieron amigas y jugaban al ajedrez entre chapuzón y chapuzón en la piscina.
#10 Lo que cuentas me ha recordado el caso del bebé de una conocida. En un determinado momento se dieron cuenta de que antes de hacer caca hacía un determinado gesto. Y te quedabas un poco flipada viendo como un bebé tan canijillo que ni andaba ya les avisaba con tiempo como para poder ponerlo en el váter y no manchar el pañal. Luego leí que no es que fuese un bebé "superdotado", sino que el acto de hacer caca es una situación en la que los bebés (que vienen con el mismo chip instintivo que cuando nacían en la cavernas) se sienten vulnerables y buscan el amparo de un adulto cerca. Será que tienen miedo de que un bicho les pique el culo o se los coma
Vamos, un poco en línea con lo que dice #11, vienen de serie con la necesidad de tener un adulto cerca para hacer caca, pero como somos incapaces de entender su comunicación no verbal, ignoramos sus señales y los acostumbramos a hacerlo solos en el pañal. Y luego cuando son más mayores nos volvemos locos y los volvemos locos a ellos cuando queremos que aprendan (o reaprendan) a avisarnos para poder quitarles el pañal
La verdad es que el mundo de los bebés es fascinante. Todavía tenemos muchos prejuicios sobre sus capacidades simplemente porque no saben todavía exteriorizar las cosas de forma que los comprendamos.
#12 A ver, lo de quitar el pañal es como todo con los niños, unos avisan antes que otros. En las cavernas te daba igual, pero en el siglo XXI no te puedes permitir el lujo de fallar en el sofá de la suegra (o sí).
Efectivamente los bebés saben mucho más de lo que pensamos, el problema es que no pueden contarlo. Que mi hija pudiera comunicarse me abrió una pequeña ventana a su mundo que fue alucinante, vi que era capaz de identificar el viento por la ventana o saber que lo que veía en un vídeo era un bebé amamantándose. Iba más allá de distinguir un perro de un gato.
Los bebés son tan fascinantes como desconocidos.
#12 Las razones por las cuales muchas sociedades fueron perdiendo ese ancestral y valioso lenguaje no verbal seguro que darían para varios trabajos de sociología o antropología; pero supongo que tendrá mucho que ver con una mezcla de 'urbanidad' o 'progreso' mal entendidos, ley del mínimo esfuerzo (aunque al final te acabas esforzando el doble en cambiar pañales), y menosprecio generalizado de los adultos hacia los bebés (en el sentido de no considerarlos aún como 'personas').
Jabiertzo y Lele en uno de sus vídeos sobre China:
Sin embargo aún quedan (¿unas pocas?) sociedades en las que no se ha perdido del todo esa simbiosis primigenia entre adultos y bebés. Por ejemplo, me viene a la cabeza algo que contaron
Si no recuerdo mal, decían que en muchos pueblos aún es costumbre extendida que a los bebés y a los niños pequeños se les lleve en todo lugar y momento con prendas de vestir que les dejan el culo al aire (o facilmente accesible), de tal manera que en cuanto manifiestan la necesidad de evacuar, sus padres simplemente les mantienen en el aire sobre la alcantarilla más próxima o directamente sobre la calle, mientras el bebé suelta la carga que lleva dentro.
También contaban que esa costumbre está mal vista en las ciudades más modernas, pero que en los pueblos y zonas rurales es aceptada y tolerada, ya que se entiende que lo más prioritario es atender la imperiosa necesidad del niño.
Intentaré buscar el enlace a dicho vídeo (cuando pueda).
Titular y entradilla sensacionalista a mas no poder Al niño le asustaba papa noel y punto
#4 y punto no, y pide ayuda y queda inmortalizado el momento.
Comunicarme con signos con un bebé es de lo más alucinante que he tenido oportunidad de hacer en mi vida.
#5 pregunto, con todo el desconocimiento y curiosidad: ¿y qué proceso se sigue para enseñarle los signos al niño? Entiendo que algún tipo de repetición del signo y acción... Tiene que molar mucho, la verdad.
#6 No soy ningún experto, pero tiene toda la lógica del mundo que a esas edades resulte más fácil (y más preciso) comunicarse con signos (iconos visuales) antes que con la palabra.
Asimilar la complejidad, los matices fonéticos y el significado de las palabras (sonidos) que llegan a oídos del bebé es un proceso que lleva su tiempo. Y por otro lado, el bebé aún no tiene desarolladas o entrenadas las cuerdas vocales, y comprender y producir sonidos (palabras) que resulten entendibles para los adultos le llevará aún más tiempo.
En cambio, el simple gesto de llevarte las llemas de los dedos unidas hacia la boca abierta (haciendo el ademán de comer) constituye un mensaje claro e inequívoco que ambas partes pueden comprender y comenzar a usar casi de inmediato. Y así con una infinidad de otros signos básicos, y no tan básicos.
C.C.: #4
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P.D.: Recuerdo que las dos primeras palabras que mi sobrina aprendió y comenzó a usar con frecuencia fueron:
- "¡Agua, agua!". (Elemento imprescindible para la vida).
- "¡Más, más!". (Aplicable a cualquier cosa. Comestible o no comestible).
#8 mil gracias por tomarte tu tiempo en contestar. Menéame merece la pena por este tipo de comentarios
#5 ¿No es más práctico el berreo tradicional?
Vete tú a saber si no estaría pidiendo ayuda para escapar de su madre.
(Cosa que nunca logró).
#1 pero tú has visto las caras del bebé y del papanoel?
#2 Pues la cara del "bebé" ya crecido (de adolescente y junto a su madre) tampoco es para tirar cohetes.