"No pretendo convencerlos de que es mejor ser madrugador que noctámbulo, porque entiendo (y conozco) personas a las que les cunde más la noche (...) En mi caso, la experiencia fue sorprendente y gratificante".
En mi caso personal cambié de un trabajo de tarde, en el que llegaba a casa a las 23h y me solía acostar a las 2-3 de la mañana, a un trabajo en el que entraba a las 6-7 de la mañana y alguna vez a las 5 (ahora han variado un poco mis horarios y entro a las 7-8 y alguna vez a las 6)
Realmente fue duro acostumbrarse, en mi caso, a los nuevos horarios, un cambio total de hábito de vida en muchos aspectos, casi podría decirse que he cambiado de ciudad sin cambiar de domicilio.
Ventajas de madrugar, muchísimas, en mi caso dispongo de la tarde libre así que puedo hacer mil cosas y quedar con gente algo que antes no podía (cuando llegaba ellos se iban)
El madrugar el fin de semana (normalmente a eso de las 7-8 ya estoy de pie) te ofrece un día entero para poder hacer cosas, quehaceres domésticos, deporte (ir a la piscina al abrir y que apenas haya gente es una delicia) y al terminar que aún no sea mediodía. Ir a dar un largo paseo por el campo. En definitiva aprovechar el día. No lo cambio por volver un horario de tarde por nada.
Desventajas. Algunas, el tener que usar despertador, es la peor, ahora me he acostumbrado a acostarme suficientemente pronto para dormir unas 8h pero no es raro que cuando me acueste me queden 6h para despertarme.
El levantarse de noche en invierno, el acostarse de día en verano.
El que ya prácticamente no sea capaz de salir de noche (salvo que sea un día especial y me esfuerce a eso de medianoche estoy dando cabezadas por lo que el fin de semana me acuesto a eso de las 23h-00h) pero por cosas de la edad ahora disfruto mucho más haciendo cosas con los amigos por la mañana o la tarde.
Comentarios
Un vendido...
#4 Ya te digo, menudo esquirol.
Alguien nos está echando de forma pasivo agresiva.
"la noche anterior me había acostado a las 21:30 horas"
este no tiene a mis vecinos
Noctámbulos anónimos.
En mi caso personal cambié de un trabajo de tarde, en el que llegaba a casa a las 23h y me solía acostar a las 2-3 de la mañana, a un trabajo en el que entraba a las 6-7 de la mañana y alguna vez a las 5 (ahora han variado un poco mis horarios y entro a las 7-8 y alguna vez a las 6)
Realmente fue duro acostumbrarse, en mi caso, a los nuevos horarios, un cambio total de hábito de vida en muchos aspectos, casi podría decirse que he cambiado de ciudad sin cambiar de domicilio.
Ventajas de madrugar, muchísimas, en mi caso dispongo de la tarde libre así que puedo hacer mil cosas y quedar con gente algo que antes no podía (cuando llegaba ellos se iban)
El madrugar el fin de semana (normalmente a eso de las 7-8 ya estoy de pie) te ofrece un día entero para poder hacer cosas, quehaceres domésticos, deporte (ir a la piscina al abrir y que apenas haya gente es una delicia) y al terminar que aún no sea mediodía. Ir a dar un largo paseo por el campo. En definitiva aprovechar el día. No lo cambio por volver un horario de tarde por nada.
Desventajas. Algunas, el tener que usar despertador, es la peor, ahora me he acostumbrado a acostarme suficientemente pronto para dormir unas 8h pero no es raro que cuando me acueste me queden 6h para despertarme.
El levantarse de noche en invierno, el acostarse de día en verano.
El que ya prácticamente no sea capaz de salir de noche (salvo que sea un día especial y me esfuerce a eso de medianoche estoy dando cabezadas por lo que el fin de semana me acuesto a eso de las 23h-00h) pero por cosas de la edad ahora disfruto mucho más haciendo cosas con los amigos por la mañana o la tarde.
Otro que trabaja a turnos. Unos días te levantas a las 4.30 y otros te acuestas a las 6.
Eso tiene que doler además de ser innecesario
Quiere que deje de procrasticar y esos maravillosos empalmes de noche y mañana. No cuela,