Todo empezó como un juego entre padre e hijo, a ver quién daba la bofetada más fuerte. Malcolm Callender, de 48 años, ex oficial del ejército británico, animó a su hijo Ewan, de 19, a que le devolviera «con todas sus fuerzas» la bofetada que le acababa de dar a su vástago en plena calle de Reading, Reino Unido. El hijo siguió las órdenes de su padre y derribó a Malcolm de un bofetón, provocando que se golpeara con la cabeza en un bordillo y muriera en el hospital al día siguiente por una «lesión cerebral catastrófica».
Comentarios
Murió haciendo lo que más le gustaba: el gilipollas.
#3 murió haciendo lo que más le gustaba: abofetear a su hijo
#3 vaya par de gilipollas
No vale para darwin.
#1 ¿En Reading hay butanero?
En algo tienen que divertirse ahora que lo de viajar a España para hacer balconing está complicado.
Un militar amigo de los Callender y testigo de los hechos explicó que se trataba de un juego que solían hacer habitualmente y que era «poca cosa» para un soldado como Malcolm. El juego estaba inspirado en los concursos de bofetadas de los rusos, muy populares en internet.
La estupidez humana no tiene límites.
¿Pero estas gilipolleces se pueden hacer sin que ninguno de los oponentes lleve un gramo de alcohol en las venas?
Eso es un deporte exclusivo de rusos.
A quien se le ocurre imitar a los rusos
Are ya winning son?
Una idea: el militar "amigo" se acostaba con su hijo, pero al no aprobarlo el padre tuvieron que matarle.
Otra: el militar pegaba a su mujer y el hijo y el amigo se lo cargaron al intentar intimidarle.
Pobrecillo, le van a llamar mata asnos, fijo y se le quedará el mote por generaciones
Ser padre es la ostia
Pues oye , se habrá quedado sin padre, pero ha ganado.
Murio haciendo lo que le gustaba.