La cultura de la cancelación es un fenómeno reciente que surge como reacción a aquello que nos parece problemático o nos produce una gran indignación. Se trata de hacer desaparecer, “cancelar”, lo que consideramos injusto o inadecuado, de modo que no tengamos que lidiar con ello. Este método de cancelación se utiliza, por lo general, en contra de personajes públicos y famosos a los que se castiga por sus actos retirándolos el apoyo. También se cancelan películas, conferencias, videojuegos y cualquier obra de arte que no pase los filtros de...
Comentarios
Se cancelan hasta verdades científicamente comprobadas. Estamos en el medievo ideológico.
#1 Por ejemplo, decir que existen ciertas diferencias medibles entre gente "Y" y gente "No-Y"
#2 Gente y y no-y
#4 es que las palabras habituales han cambiado tanto de significado que no sabe uno que término usar
#1 O medieva.
#1 el progresismo es la religión del siglo XXI
#8 El progresismo es el Islam del siglo XXI.
#8 Eso no es progresismo por mucho que digan. De hecho usan las mismas excusas que la Santa Inquisición.
Saludos.
La cultura de la cancelación ha existido siempre: cuando se expulsaba del trabajo al que estaba en el sindicato, al que era homosexual, al que no le reía las gracias al jefe o simplemente al que no era de la escuela filosófica del padefismo.
Lo que pasa es que con las redes sociales, esa cultura de la cancelación que solo afectaba a los más desfavorecidos, se extendió hasta los más acaudalados y a todo tipo de figuras públicas. Y pasó de ser una acción ignota, socialmente aceptada y aceptable a un acto con nombre y apellidos, despreciable, y un arma contra todos aquellos que salían en los medios dominados por una minoría poderosa.
Alguien dirá que ha habido víctimas de la cultura de la cancelación de clase obrera, pero cuando se habla de la cultura de la cancelación de forma general en los medios, se suelen referir a víctimas con una vida pública relevante. No a pobres diablos que dependen de un sueldo.
#FreeAssange
#6 De acuerdo con lo que dices. Añado que gran parte de esa cultura de la cancelación es la censura de toda la vida. El término cancelación queda un poco turbio en castellano. Censura y autocensura, que para eso estamos bien enseñados.
#9 De acuerdo con lo que dices con una matización, a la gente que antes expulsaban de su trabajo nadie les decía que los había censurado, sino que los habían echado por no tener la boca cerrada o por ser raritos.
Hoy si se expulsa a alguien de su trabajo por sus ideas, su orientación sexual o cualquier motivo ajeno a su trabajo lo primero que se mira es la clase social o la notoriedad de la persona. Si esa persona es conocida, se habla de injusticia hasta la saciedad y de cultura de la cancelación, si es alguien poco conocido, se le dedica unas líneas una vez y en menos de un mes se ha olvidado su caso. Incluso hoy en esto hay diferencias.
Es más la notoriedad es más importante que lo que haya hecho. Si lees el artículo se habla de Kevin Spacey, como un ejemplo paradigmático de la cultura de la cancelación, cuando ha admitido en otras publicaciones haber tenido escarceos sexuales con un crío de 14 (esto es ilegal, se mire por donde se mire, porque un crío de esa edad legalmente no puede dar su consentimiento). Además salieron más tarde varios casos similares de otras víctimas que sufrieron actos semejantes por parte del actor.
Me pregunto honestamente si la autora de este artículo dejaría a su hijo adolescente en un set rodando una película con semejante actor, sin la supervisión de un adulto de confianza.
Lo que sí está claro es que comparar su caso (un delito admitido por él mismo) con el caso de un sindicalista que pierde su trabajo defender sus derechos, algo perfectamente legal y elogiable, no es ni medianamente equitativo. Y la autora del artículo no entiende que en el caso de la pedofilia es fundamental que los trabajadores no sean contratados para trabajos donde puede haber niños presentes, por motivos obvios.
La cultura de la cancelación además ha venido a menudo a sustituir un sistema judicial roto que favorece claramente a la gente poderosa. Antes un rico en los EEUU podía comprar el silencio de las víctimas de sus barbaridades, muchas de ellas tenían que aceptarlo porque no se podían permitir el coste judicial de un bufete de abogados durante varios años.
Ahora las RRSS la forma de empoderamiento, herramienta o arma que tienen los que están a merced de un sistema que no les defiende de las injusticias de los más poderosos.
#FreeAssange
"En mi libro que es de los más vendidos en mi país te hablo de como me cancelan y no me dejan hablar. Lo verás mañana en mi entrevista en un programa de prime time. No nos callarán. O algo."
Valientes gilipolleces.
Estoy de acuerdo, pero ¿está herramienta puede ser utilizada solo para el bien o también se puede abusar de ella para que las personas/películas/actores... que no son o piensan como a un grupo de personas les gustaría, tengan que adaptarse a las exigencias de este grupo, y a veces con fatales consecuencias?
Tenemos unas cultura basada en religiones ,las cuales son falsas, que han estado cancelando a placer durante miles de años hasta la actualidad . ¿ Que se esperaban ? Vayamos a la raíz . Si queremos tirar los tabús empecemos por los más arraigados.