Hace 10 meses | Por Esteban_Rosador a eldiario.es
Publicado hace 10 meses por Esteban_Rosador a eldiario.es

La Xunta de Galicia ha respaldado y elogiado la “labor educativa” de la Organización Juvenil Española (OJE), nacida en los años 60 durante la dictadura franquista y que tiene entre sus valores “sentir la responsabilidad de ser español” o “amar a Dios y levantar sobre este amor todos” los pensamientos y acciones.

Comentarios

Esteban_Rosador

La oje es la rama juvenil del partido único del franquismo.

M

Más información sobre OJE
https://www.ojetecalor.com/
tecalor.....

BastianBaltasarBux

Poca broma, me quiere sonar que esta asociación estaba vinculada de alguna manera con la secta ovni de abuso sexual infantil Edelweiss.
https://www.wikiwand.com/es/Edelweiss_(secta)

ComandantaShepard

Claro que alaba la labor educativa porque lo que enseña a poner banderitas por todos lados

areska

Es demasiado fuerte todo.

P

Acampadas donde hacen el "trenecito" básicamente darse por culo , pero sin mariconadas .....

elmakina

Aún recuerdo como el sol brillaba con intensidad en aquel cálido verano de mi infancia cuando tuve la oportunidad de vivir una experiencia que cambió mi vida por completo. Fue en el campamento de la Organización Juvenil Española (OJE), un lugar donde los valores de camaradería, aprendizaje y responsabilidad eran la base de cada día.

Desde el momento en que llegué al campamento, sentí una sensación de emoción y anticipación. El aire estaba impregnado con el aroma de la naturaleza y el sonido de risas y conversaciones animadas llenaba el ambiente. Los monitores nos dieron la bienvenida con sonrisas cálidas y nos asignaron a nuestros grupos. El mío se llamaba "Los Valientes", un nombre que nos llenó de orgullo y que se convertiría en nuestra insignia a lo largo de las semanas venideras.

Cada día comenzaba con el toque del clarín, que resonaba a través de las colinas circundantes. Nos levantábamos con entusiasmo y nos reuníamos en el patio para izar la bandera de la OJE mientras entonábamos el himno nacional con fervor. El respeto por nuestros símbolos patrios y el sentido de pertenencia a nuestra nación se hicieron evidentes desde el principio.

Las mañanas estaban llenas de actividades que promovían el trabajo en equipo y la superación personal. Recuerdo especialmente el día en que nos enfrentamos al desafío de construir un puente improvisado sobre un pequeño arroyo. Aunque al principio dudábamos de nuestras habilidades, con determinación y la guía de nuestros monitores, logramos construir una estructura sólida que resistió la prueba del tiempo. Esa experiencia nos enseñó la importancia de la colaboración y la perseverancia.

Las tardes estaban reservadas para talleres y actividades culturales. Aprendimos a tocar canciones tradicionales en la guitarra y a bailar jotas con pasión. También nos sumergimos en la historia de nuestra nación a través de charlas y representaciones teatrales. El amor por nuestra cultura y la herencia de nuestro país se arraigaron aún más en nuestro corazón.

Pero no todo eran actividades serias. Las noches eran momentos de diversión y relajación. Organizábamos fogatas donde compartíamos historias y canciones, y participábamos en emocionantes juegos de orientación bajo las estrellas. Es durante una de esas noches que ocurrió una anécdota que todavía me hace sonreír. Mientras intentábamos encontrar pistas en la oscuridad para llegar a un tesoro escondido, terminamos en medio de un campo de vacas, provocando risas contagiosas entre todos nosotros.

Lo que más me impresionó de la OJE fue la dedicación de los monitores. Eran modelos a seguir que nos guiaban con paciencia y afecto, y sus valores eran palpables en cada gesto y enseñanza. Nos inspiraron a ser ciudadanos comprometidos, responsables y respetuosos, valores que llevaría conmigo mucho después de que aquel verano llegara a su fin.

Mi tiempo en el campamento de la OJE dejó una huella profunda en mi corazón. Aprendí que la camaradería, la responsabilidad y el amor por mi país podían formar parte inseparable de mi identidad. Cada desafío superado y cada lección aprendida me recordaron que, con determinación y unidad, podíamos alcanzar nuestras metas. La OJE no solo fue un campamento, sino una escuela de vida que me preparó para enfrentar el mundo con valentía y honor.

OrialCon_Darkness

A los de la Oje... Se les llama ojetes o, son ojetanos?