Kevin Poulsen fue detenido por el FBI, en 1991, por haber pirateado, un año antes, las líneas telefónicas de la emisora de radio Kiss FM de Los Ángeles para poder ganar un Porsche 944 que se sorteaba. Fue condenado a 5 años de prisión y a no poder usar un ordenador durante tres años una vez fuera puesto en libertad.
Comentarios
El cibercrimen lleva especializado ya años, que bien que la Vanguardia se entere ahora
¡Qué hijos de puta! 5 años de cárcel.
Que bonico el estereotipo del hacker encapuchado.