"Freak", "friqui", "friki", son palabras de reciente inclusión en la lengua castellana. Su uso ha pasado en poco más de cinco años de inexistente a abusivo y cansino, empleándose de manera inadecuada la mayoría de las veces. Aquí se expone un buen retrato del significado verdadero del término, a través de una breve, a la par que lamentable, historia.