Está vivo de milagro. El pasado mes de mayo Juan Rafael Báez comió una seta, presumiblemente una 'Amanita verna', que recogió en el paraje guipuzcoano de Pagoeta y durante varios días se debatió entre la vida y la muerte. Ahora, este nicaragüense vecino de Zarautz se recupera tras haber sido sometido a un trasplante de hígado. «La vida me ha dado una segunda oportunidad», asegura el joven, nacido en Somoto hace 30 años.
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