Lleva toda la vida vendiendo trapos. Empezó haciendo muchos kilómetros, con viajes de ida y vuelta de Zaragoza a Mataró, donde cargaba el maletero de chándales y camisetas que luego vendía en la capital de la Pilarica. Eran los años 80 y un joven emprendedor natural de Tudela (Navarra), pero mañico de adopción, hacía sus primeros pinitos en el mundo de la moda. En lugar de estudiar Medicina y heredar la vocación paterna, Julián Imaz saltó al negocio textil sin más conocimientos del sector que su olfato para detectar las tendencias.
|
etiquetas: aprendiz , maño , amancio , ortega