Evitar el enchufismo y los tratos de favor a la hora de cubrir plazas de empleados públicos. Ese es uno de los principales objetivos del proyecto de ley de la Función Pública aragonesa que ha ultimado el Gobierno regional y que encara ahora su tramitación en las Cortes autonómicas. El texto actualiza la anterior ley, que llevaba años pendiente de actualización.
#3 Pues entonces tenemos solo dos opciones: defender la ley y exiguir su cunplimento con todos los medios ciudadanos y pacificos posibles; o ya sacar guillotinas a la calle y que rueden cabezas reales. Yo creo que con la primera opción es posible. La sangre no es lo mio.
#4 El problema es que la primera opción pasa por acabar con el sistema establecido, que es el que promulga las leyes y el que se las pasa por el forro cuando le interesa.
#5 una ley por lo menos da herramientas a las acusaciones populares para poner denuncias.
#6 quizás no deberías echar balones fuera: te suenan asuntos como "plazas de promoción interna" (limpiadoras como bibliotecarias), "plaza a medida", "preguntas de cultura del puesto" que miestriosamente sólo sabes si has currado ahí; "entrevista".
El funcionariado, aún teniendo su plaza, se cuida mucho de cometer errores; lo he visto, he trabajado con ellos, y sé toda la mierda que hay dentro.
#7una ley por lo menos da herramientas a las acusaciones populares para poner denuncias.
Para que esto fuera eficaz debería existir una independencia del poder judicial. Cosa que no se da.
El político de turno tiene demasiado poder.
#7quizás no deberías echar balones fuera
No echo balones fuera, sé lo que defiendo y sé lo que supone. No me gusta el enchufismo de ninguna manera, precisamente la función pública debería ejemplo de transparencia. Además de funcionario también soy ciudadano usuario de servicios públicos y como tal también sé qué servicios quiero y cómo los quiero. Cuando hablo de injerencias políticas, no me refiero sólo a las que vienen de partidos, de los sindicatos también habría que hablar, y de los tribunales "yo me lo guiso yo me lo como" y de muchos otros aspectos que deberían cambiarse, corregirse, eliminarse...
Soy funcionario, y doy fe de que las comisiones de servicio, las adscripciones provisionales o los puestos de libre designación son un sinsentido en un sistema que yo defiendo: que quien trabaja en un servicio público sea totalmente independiente de los caprichos políticos y gane su puesto por méritos y preparación. Cuando el funcionario de máxima categoría, el que tiene línea directa con el político, es un cargo puesto a dedo, debe favores y eso desvirtúa completamente la condición de funcionario.
#2 Lo que digo. Para nada. Aquí se sabe que los políticos roban y ninguno devuelve lo robado o acaba en la cárcel.
De nada sirve que haya un reconocimiento, si se sigue haciendo lo mismo.
Comentarios
#3 Pues entonces tenemos solo dos opciones: defender la ley y exiguir su cunplimento con todos los medios ciudadanos y pacificos posibles; o ya sacar guillotinas a la calle y que rueden cabezas reales. Yo creo que con la primera opción es posible. La sangre no es lo mio.
#4 El problema es que la primera opción pasa por acabar con el sistema establecido, que es el que promulga las leyes y el que se las pasa por el forro cuando le interesa.
#5 una ley por lo menos da herramientas a las acusaciones populares para poner denuncias.
#6 quizás no deberías echar balones fuera: te suenan asuntos como "plazas de promoción interna" (limpiadoras como bibliotecarias), "plaza a medida", "preguntas de cultura del puesto" que miestriosamente sólo sabes si has currado ahí; "entrevista".
El funcionariado, aún teniendo su plaza, se cuida mucho de cometer errores; lo he visto, he trabajado con ellos, y sé toda la mierda que hay dentro.
Mierda hay para poner una fábrica de metano.
La administración es corrupta por definición.
#7 una ley por lo menos da herramientas a las acusaciones populares para poner denuncias.
Para que esto fuera eficaz debería existir una independencia del poder judicial. Cosa que no se da.
El político de turno tiene demasiado poder.
#7 quizás no deberías echar balones fuera
No echo balones fuera, sé lo que defiendo y sé lo que supone. No me gusta el enchufismo de ninguna manera, precisamente la función pública debería ejemplo de transparencia. Además de funcionario también soy ciudadano usuario de servicios públicos y como tal también sé qué servicios quiero y cómo los quiero. Cuando hablo de injerencias políticas, no me refiero sólo a las que vienen de partidos, de los sindicatos también habría que hablar, y de los tribunales "yo me lo guiso yo me lo como" y de muchos otros aspectos que deberían cambiarse, corregirse, eliminarse...
Soy funcionario, y doy fe de que las comisiones de servicio, las adscripciones provisionales o los puestos de libre designación son un sinsentido en un sistema que yo defiendo: que quien trabaja en un servicio público sea totalmente independiente de los caprichos políticos y gane su puesto por méritos y preparación. Cuando el funcionario de máxima categoría, el que tiene línea directa con el político, es un cargo puesto a dedo, debe favores y eso desvirtúa completamente la condición de funcionario.
Otra ley que no servirá de nada.
#1 Sirve para hacer publico y oficial el principal problema de la Administración. Que saboteen la ley es otra cosa.
#2 Lo que digo. Para nada. Aquí se sabe que los políticos roban y ninguno devuelve lo robado o acaba en la cárcel.
De nada sirve que haya un reconocimiento, si se sigue haciendo lo mismo.
Claro, y la va a aprobar un gobierno en el que la consejera "antiescraches" colocaba a su nene nada más ganar las elecciones.
Otra payasada más.