La diferencia entre controlar el gasto en luz o dejar que corra el contador es notable. Según el Instituto Energético de Galicia, el ahorro puede alcanzar el 40 por ciento, aunque otros técnicos lo rebajan al 10. Esto supondría que una ciudad, cuya factura de la luz puede rondar, al acabar el año, los cuatro millones de euros, podría ahorrarse la cantidad nada desdeñable de 1,6 millones de euros. ¿Cómo? En primer lugar, evitando que se cuelen errores en las facturas.
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