En Brasil, una potencia religiosa con la mayor población católica mundial, donde hasta la presidenta asegura al Papa que "Dios es brasileño" y se veneran santos africanos o se habla con los muertos tras la misa, los ateos son considerados extranjeros en su propio país. Se precisa mucha valentía para decir que uno es ateo", asegura a la AFP Daniel Sottomaior, presidente de la Asociación Brasileña de Ateos y Agnósticos, que lucha contra los prejuicios y la discriminación contra los prejuicios y la discriminación contra quienes no creen en dios.
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Un 84% de los brasileños votaría a la Presidencia a un negro, un 57% a una mujer, un 32% a un homosexual... y sólo un 13% a un ateo, indicó una encuesta de la revista Veja en 2007, la última de este tipo realizada en el país.
El brasileño es en general muy religioso y para él una religión es poca, por lo cual pertenece muchas veces a dos o tres de manera simultánea "para ampliar su protección contra el infortunio"
Es como instalarse tres antivirus para estar más protegido
Es como vivir en España y no creer en los oncólogos