No son políticos. Todavía no. Por eso les cuesta articular el discurso impostado del político de carrera. Aún creen en lo que hacen y dicen lo que piensan. Así que hablan claro, no se cortan, y creen que pueden aportar a la vida política el contacto con la calle que les falta a muchos profesionales del cargo público y el escaño vitalicio.
Comentarios
Pronto se sentirán violados.