El régimen fascista que espolvoreó un ideal de mujer dócil y sumisa ignoró la obra de la escritora como el que echa una mantilla negra sobre un objeto que quiere ocultar, sin hacer ruido, para que nadie lo vea nunca. Bertrana estorbaba en el nuevo régimen que se levantó de los escombros de la guerra porque era una mujer libre. Lo fue cuando decidió desatender los intentos de su madre para que aprendiera a coser y lo fue cuando cogía, a escondidas, libros de la biblioteca de su tío Albert.
|
etiquetas: aurora bertrana , viajes , escritora , polinesia