Los primer ministros de Australia y Papúa Nueva Guinea firmaron un acuerdo que le permite a los solicitantes de asilo ser enviados a una remota isla mientras sus reclamos son procesados. Funcionarios australianos esperan que el campo de detención en la isla de Manus, en Papúa Nueva Guinea, se vuelva a abrir a finales de este mes. El gobierno de Canberra argumenta que este centro de procesamientos de alta mar impedirá que los solicitantes de asilo traten de llegar a territorio australiano en embarcaciones inseguras.
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